El dicho " La ocasión la pintan calva " se suele utilizar para referirse a que cuando se presenta una oportunidad hay que aprovecharla, porque puede ser la única vez que se presente.
La ocasión no se conoce bien sino cuando ya ha pasado y ya no tiene remedio. Esa ocasión ya no vuelve a pasar jamás y es por eso que hay que verla antes de que llegue y cogerla por la cabellera cuando pasa.
José María Iribarren indica respecto a coger la ocasión por los pelos:
"En el habla vulgar o familiar [...] se aplica la expresión por los pelos para indicar que se realizó una cosa justamente, en el último momento, cuando estaba a punto de pasarse la oportunidad".
Hay diferentes variantes del mismo, como:"A la ocasión la pintan calva","la oportunidad es calva en la nuca", "asir la ocasión por el copete", "asir la ocasión por los pelos", "coger la ocasión por los cabellos", "coger la ocasión por los pelos", "coger la ocasión por la melena", "asir la ocasión por el guedejón", entre otras.
Origen de la ocasión la pintan calva
Los griegos y los romanos adoraban a la Diosa Ocasión, que también era conocida como Diosa de la Oportunidad.
La representaban desnuda, subida de puntillas en la rueda de un carro siempre en movimiento, con alas en los tobillos y en la espalda, con un cuchillo en la mano derecha simbolizando que aquel que ella toque podrá cortar toda atadura que lo tenga amarrado, y así aprovecharla cuando ella llegue, y con la nuca rapada, aunque en la parte delantera tenía una frondosa melena que le cubría el rostro.
Esta representación de la Diosa Ocasión, se le atribuye a Fidias que fue el más famoso de los escultores de la Antigua Grecia. Todo esto simbolizaba lo fugaz de las oportunidades que se presentan en la vida.
Como la Diosa estaba rapada por detrás, una vez que había pasado de largo, no se la podía atrapar. En realidad no estaba rapada completamente como ya hemos dicho, pero se difundió así con el tiempo.
Leyenda Griega de la Diosa Oportunidad
Hace muchísimos años, se decía que el tiempo era como la esfinge griega, que mataba a los que no sabían interpretar el enigma de la vida. Y para indicar que el tiempo que se ha desaprovechado no vuelve, los griegos tenían una estatua.
Un viajero que miraba la estatua le pareció que sus ojos le miraban a él y le preguntó:
-¿Como te llamas?
-Me llamo oportunidad.
-¿Por qué estás sobre la punta de los pies?
-Para advertir que solo me detengo un momento.
-¿Por qué tienes alas en la punta de los pies?
-Para advertir que paso rápidamente.
-¿Por qué tienes el pelo tan largo sobre la frente?
-Para que los hombres puedan atraparme cuando me encuentren.
-¿Por qué, entonces, tienes calva la nuca?
-Para manifestar que cuando he pasado, ya no puedo volver.
Dicen que aquel viajero, reflexionó sobre ello el resto de su vida.
(leyenda griega)
Ocasión y Penitencia
Ocasión y PenitenciaOcasión y Penitencia, es un fresco de Andrea Mantegna o de su escuela. Está en el Museo de la ciudad, del palacio san Sebastián, en Mantua.
Representa a un hombre con los brazos extendidos, tratando de alcanzar a la escurridiza Ocasión ("Oportunidad"), que tiene la apariencia de una virgen con el rostro cubierto por un grueso mechón de pelo, y cuya cabeza es calva en la nuca.
Las alas en los pies de Ocasión simbolizan la velocidad con que pasa, y el balón bajo sus pies representa su inestabilidad.
El hombre, que intenta coger la oportunidad al vuelo tomando su mechón de pelo antes de que desaparezca, es en la obra detenido por Penitencia, en el sentido de la virtud, sobre un pedestal rectangular que es símbolo de estabilidad, lo lleva a un estilo de vida más consciente y sobrio.
La obra invita a no dejarse cautivar por el encanto de la Diosa Ocasión, prefiriendo la prudencia y la virtud.
Ya sabes... cuando se presente la "Ocasión", atrápala, porque puede que no haya otra "Oportunidad".
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