A raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania se vieron afectados tanto los precios de los productos de alimentación como la subida de la luz, el gas y la gasolina.
Desde el pasado mes de febrero no han dejado de subir estos precios, pero la subida de estos se han incrementado notablemente estas últimas semanas por lo que la población se queja de que cada vez cuesta mucho más llenar la cesta de la compra. Esta subida de precios en la alimentación la hemos visto reflejada en un principio en el aceite de oliva y de girasol y ahora han subido también los productos no perecederos como la pasta.
La Organización de consumidores y usuarios (OCU), que ya mostró su preocupación por el aumento de los precios de los productos básicos, ahora alerta sobre la reduflación de los precios. ¿Qué significa eso? Se trata de productos que aparentemente no han subido su precio, pero en realidad sí que lo han hecho. Esto se refleja en que en los supermercados modifican su envase y dan menos cantidad por el mismo precio.
¿Cómo funciona esta técnica?
Esta maniobra se conoce como "reduflación", esta técnica engloba a un conjunto de técnicas pensadas para subir precios sin que el comprador repare en ello.
Tras el último estudio realizado por la OCU han podido comprobar que hay productos que no suben de precio, pero sí que reducen la cantidad que hay en sus envases. Como, por ejemplo; los botes de Cola-Cao han sufrido una reducción de 40 gramos, la margarina Tulipán 50 gramos menos, los yogures Activia tienen 5 gramos menos y los macarrones de marca gallo han subido solo un 4,1%.
¿Que hay que tener en cuenta a la hora de comprar los productos?
La OCU recomienda revisar todos aquellos productos que añadimos a la cesta de la compra y que aparecen como "oferta" o "promoción especial". Recalcan que hay que comparar el precio por la unidad de medida, para así saber cuál es la alternativa más económica.