La oda de HBO a Spielberg

HBO ha estrenado uno de sus documentales más esperados de la temporada. El proyecto se lo encomendaron a Susan Lazy y lleva el límpio título Spielberg. El cineasta no requiere presentación alguna pues es él uno de los dueños de la revolución que se dio en el cine de los 70. Fue una época que junto a compañeros suyos como Coppola, Lucas, De Palma o Scorssese renovaron el panorama cinematográfico dando un enfoque más juvenil y lúdico a Hollywood.

El documental de dos horas y media recorre prácticamente toda la filmografía de la mano de su propio director. Es un lujo contar con su testimonio para encuadrar sus temáticas, su estilo y muchas de sus obsesiones. Sin embargo, es cierto que por internet circulan muchos mejores análisis de su cine. HBO se queda en un discurso que sobrevuela desde los inicios de Tiburón hasta obras recientes como El puente de los espías. No conozco toda su filmografía pero siempre me ha dolido su exceso de manipulación emocional solo factible por su genio en el encuadre y los movimientos de cámara. Es indudable que es el mejor para asombrar en la presentación de criaturas y personajes (bien explicado en el último vídeo). Sin embargo, al documental le falta pasión en explicar esas emociones y le sobra reverencia hacia el director.

Spielberg es sin duda un gran director, que lo cambió casi todo. Falta quizá un análisis más profundo de su faceta como productor, igual de importante que la suya de director. Poque prácticamente todo el cine de Spielberg es el cine de entretenimiento. Fue productor de Zemeckis (Regreso al futuro), Barry Sonnenfel (Men in Black), Michael Bay (Transformers), Eastwood (Más allá de la vida, Cartas desde Iwo Jima) o JJ Abrams (Super 8) ; y creador de Dreamworks como culmen de su amor por el cine animado. Y prácticamente se desperdicia este análisis.

Otro asunto que quita el hipo es que como sugiere al principio y al final prácticamente cualquier influjo que otro cineasta haya hecho sobre Spielberg se reduce a David Lean con Lawrence de Arabia. Ni Akira Kurosawua ni Kubrick ni tan siquiera Alfred Hitchcock