Revista Cine
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En esta comedia dramática de robos y atracos funciona mejor todo lo que tiene que ver con la justicia poética que lo que es propiamente comedia o drama, ambos géneros algo desaprovechados y que a mi juicio la habrían sobredimensionado de haber dado mejor con la tecla. Me explico, tarda algo en arrancar; conmueve pero no emociona; sonríes, pero a veces no le pillas el chiste (quizás porque por momentos es muy "argentina"). En cualquier caso resulta una película amable, agradable de ver y seguir, entretenida, de fotografía luminosa, de plácido desarrollo y no te pesa una vez vista el haberla elegido. Tiene mucho que ver en ello el argumento y el elenco, con un Ricardo Darín capaz incluso por sí solo de dar entidad a cualquier título que filma. El año de su estreno recibió varios premios y entre ellos el Goya a mejor película iberoamericana.