Las autoridades de Marruecos expulsaron a Francisco Patón Millán, sexagenario de nacionalidad española, gerente de una pequeña empresa de energía fotovoltaica. Patón nació en Marruecos y llevaba muchos años afincado en Rabat. De confesión evangélica, ha sido expulsado por su condición de cristiano.
Francisco Patón Millán recibió el jueves pasado la orden escrita de salir del país, pero recurrió a un abogado y consiguió diferir su expulsión hasta el pasado fin de semana. La orden no precisa los motivos, al igual que en la mayoría de los casos de cristianos evangélicos expulsados de Marruecos desde principios de marzo.
En efecto, a muchos de los expulsados ni siquiera les explican el porqué de la medida y cuando lo hacen es sólo de palabra. En puridad legal deberían ser juzgados por esos delitos, pero Rabat se salta sus propias leyes para evitar escándalos.
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