Revista Viajes

La Olla de San Vicente

Por Asturianinos @asturianinos

Hola chicos, hoy os traemos una de esas actividades para hacer con los niños que tanto nos gustan. Es cierto que hace algún tiempo que no hacemos ninguna, pero últimamente hemos tenido algunos  problemillas de salud.

La Olla de San Vicente

Aunque estamos en pleno otoño, a algunos tal vez os apetezca hacer  una ruta, pero una de esas que son para toda la familia, La Olla de San Vicente. Esta ruta la pueden hacer hasta los más pequeños de la casa,  pues no es larga y apenas tiene dificultad. 

La Olla de San Vicente

Os digo como llegar, pero no os preocupéis ya  que es muy fácil. Tenemos que llegar hasta Cangas de Onís y una vez allí, pasando el puente romano, tienes dos carreteras. Una, la que sigue de frente y  te lleva a Covadonga y la otra a la derecha que te lleva al puerto Pontón. Pues esta última es la que debéis coger, la N-620, que os lleva al puerto Pontón. Como a unos 6 kilómetros, tras pasar por un pueblo llamado Tornín, es donde se encuentra el comienzo de la ruta. No hay perdida,  la verás a la izquierda, justo donde hay un bar y  antes de pasar  un puente.

La Olla de San Vicente

El aparcamiento del bar es privado (está cerrado) y el que han provisto para los que van a hacer la ruta es muy pequeño, así que o madrugas mucho o tienes que dejar el coche un poco más adelante, pasando un puente hay un sitio donde dejar los coches (allí lo dejamos nosotros).

La Olla de San Vicente

La ruta comienza justo aquí, donde  el bar y la primera parte de la ruta es muy fácil, ya que es un camino llano y ancho. En esta parte te alejas un poco del rio para adentrarte en una zona de prados, con cuadras y abundantes frutales y desde aquí ya podrás tener una perspectiva del cauce de rio y de las partes altas de la montaña, que hasta ahora no se podían ver por la vegetación.

La Olla de San Vicente

Muy pronto, a unos 10 minutos caminando, te encuentras con un puente medieval de un solo arco, así que fotita al canto y  seguimos (no cruzamos el puente, continuamos por el sendero, siempre por el margen izquierdo del río).  A partir de este punto la ruta va siempre pegada al rio, por lo que podrás disfrutar de la belleza de la ruta ya hasta el final y podrás realizar pequeñas paradas en las diversas playitas fluviales que nos encontramos a lo largo del cauce del río.

La Olla de San Vicente

Sobre este punto, se abandona el camino fácil para iniciar la parte en que vamos por un sendero de montaña, osea a partir de aquí tenemos que mirar bien por donde pisamos. Aquí tengo que hacer una aclaración, pues yo no diré lo mismo que otros a la hora de describir la ruta. Antes de ir habíamos hablado con gente que la había hecho y todos nos decían que estaba chupada, que la hacían niños muy pequeños, que no tiene dificultad, incluso alguien me dijo que la había hecho con sillita (me parece imposible, sería otra ruta del mismo rio, supongo),pues yo he de decir que dificultad tiene, sobre todo para los más pequeños, incluso  para algún adulto que no esté de hacer rutas.

La Olla de San Vicente

Aquel día venían con nosotros niños de 4, 8 y 11 años y la verdad es que aun con esfuerzo la hicieron bien, pero no es un paseo.

La Olla de San Vicente

La mayoría del trayecto discurre entre rocas caídas, un suelo un poco irregular excavado en la roca,  tramos de piedra suelta y raíces  de troncos derribados.

La Olla de San Vicente

La Olla de San Vicente

Después de un rato y tras salvar toda esta zona de suelo irregular, vuelves a girar a la izquierda para alejarte otra vez del río y recuperar nuevamente el camino plano  y fácil. Pocos metros y algún avellano más adelante, te aparecerá la meta y la recompensa al esfuerzo realizado.

La Olla de San Vicente

La Olla de San Vicente

Habrás llegado a la Olla de San Vicente. Te encontraras  con una piscina natural de blanquísimos cantos y de agua de un verde esmeralda  junto con un estrechamiento rocoso por donde el Dobra se precipita en forma de cascada. La Olla de San Vicente es un paraje idílico difícil de olvidar.

La Olla de San Vicente

Aquí tendrás un magnifico sitio para darte un chapuzón después de la caminata (si te atreves). El problema es que no importa en qué estación vayas, ya que el agua estará congelada en cualquier época. Nosotros estuvimos a mediados de septiembre y los que se bañaron dijeron que estaba fría, que cortaba (bueno para los niños no, ya sabéis como son, para ellos nunca estará fría). Eso sí, los que se bañaron dijeron que les había dejado muy relajados. Aquí el que os escribe, mojó un dedo gordo y ya le valió (estaba congelada).

La Olla de San Vicente

La Olla de San Vicente

Después del baño nos alejamos un poco para llegar a unas praderas donde comimos y repusimos fuerzas para la vuelta.

La Olla de San Vicente

Es un paseo sin grandes desniveles y que a nosotros nos llevo 1 hora y cuarto ida y otro tanto la vuelta.

La Olla de San Vicente

Si os gusta hacer rutas, no podéis perder la oportunidad de hacer esta,  con o sin peques pues es guapísima y además no te mata. A nosotros nos encantó y  los niños lo pasaron genial. Un saludo de Asturianinos.

La Olla de San Vicente


Volver a la Portada de Logo Paperblog