Revista Salud y Bienestar
La tuberculosis esta infradiagnosticada en niños desde que nacen hasta los 15 años. Esta es la advertencia que han realizado de cara al Día Mundial de la Tuberculosis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Stop TB Partnership, que apuestan para mejorar la formación de los profesionales y por armonizar los diferentes programas que atienden a estos niños.
Según ha destacado el director del Departamento para Frenar la Tuberculosis de la OMS, Mario Raviglione, "se han hecho progresos contra la tuberculosis". En concreto, las tasas de mortalidad bajaron un 40 por ciento en comparación con 1992.
Sin embargo, desafortunadamente, en gran medida, no se ha prestado la suficiente atención a los niños y la tuberculosis infantil continúa siendo una epidemia oculta en la mayoría de los países, apunta, recordando que "es hora de actuar y mejorar en todas partes".
Para la secretaria ejecutiva de Stop TB Partnership, Lucica Ditiu, "unos 200 niños mueren cada día de tuberculosis", a pesar de que "costaría menos de 4 céntimos diarios la terapia preventiva" y 50 céntimos al día el tratamiento".
La OMS reconoce que la tuberculosis puede ser difícil de diagnosticar, sobre todo en los países en desarrollo, donde se utilizan métodos de detección de la enfermedad desarrollados hace 130 años.
Estudios recientes han mostrado, sin embargo, que cuando los programas de salud comienzan observando a los niños con tuberculosis, encuentran muchos más casos de los esperados.
En este sentido, la OMS y Stop TB Partnership apuntan tres claves de acción para mejorar la atención a la tuberculosis y prevenir las muertes de niños. La primera es examinar a todos los niños expuestos a tuberculosis.
Con VIH, el tratamiento contra la tuberculosis debe administrarse de forma inmediata si tienen los síntomas típicos, incluso a pesar de que no se cuente con un diagnóstico definitivo.
Asimismo, apuestan por proporcionar tratamiento preventivo con isoniazida a todos los niños en riesgo de contraer tuberculosis. Además, defienden la necesidad de formar a todo el personal sanitarios que atiende a niños y mujeres embarazadas para que puedan evaluar en ellos el riesgo de tuberculosis y sus síntomas y proporcionales el tratamiento adecuado.
Los niños con un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad son los menores de tres años y los que tienen malnutrición severa o problemas en el sistema inmune.
Los niños y jóvenes tienen un riesgo especial de padecer las formas más graves y mortales de esta patología, como la meningitis tuberculosa, que puede causar ceguera, sordera, parálisis o discapacidad psíquica. Tanto niños como adultos son vulnerables a desarrollar resistencias a los fármacos de la tuberculosis, que requieren costosos tratamientos con graves efectos secundarios.
En la actualidad, sólo existe una vacuna disponible contra la tuberculosis, BCG (Bacillus Calmette-Guérin) y ofrece una protección limitada, solo contra las formas más graves de tuberculosis, como la meningitis tuberculosa, en niños de corta edad. Sin embargo, BCG no proporciona protección a largo plazo contra la tuberculosis pulmonar, y no es segura para niños con VIH, por lo que los científicos buscan vacunas más efectivas contra todas las formas de la enfermedad.
**AGENCIAS
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