Raúl Rentero - La Onda ExpansivaNo me digan que no. Lo llevo pensando todo el verano, que esto de empezar la Liga en agosto, pues como que no es muy español. Agosto es el mes del verano, del espeto, de la chiringa y el chiringuito, del toro Ratón y si se tercia, porque el año es olímpico, de tumbarse frente al mini-televisor y ver el concurso de tiro con nuestros siempre meritorios pistoleros. El verano es época de pachangas, de “herreras”, de “carranzas” (perdone el Málaga nuestras ofensas) y de “triangulares”. Pero eso de jugar en serio, pues por ahí no pasarán los fastos.
De modo que, pasmado y “aliviado” por la nueva de la huelga, inauguramos la onda expansiva 2011-2012 con pocos fichajes narradores (el mismo que vistió y calzó la temporada pasada) pero con más ilusiones. Porque el Málaga, C.F. se ha convertido en referente interplanetario a tal punto que en la lluvia de Perseidas del otro día hasta me pareció ver la forma del dólar dibujado sobre el celeste firmamento.
Es época de cábalas y acertijos; ahora comienzan a brotar las guías “marca” a mercado abierto (aún) y da gustito, cuando no un orgasmo de tomo y lomo, ver al Málaga en todas las quinielas: desde las bienvenidas “cazorlas” hasta el siempre nutritivo “hierro”. Qué cosas. Quién lo iba a decir. A lo del destino me refiero. Que allende se veía la parroquia en el Martínez Valero y ahora nos vemos recibiendo al Barça, sin huelgas de por medio, siendo poco menos que quasi favoritos.
Porque en verdad que el mundo mundial está esperando ver de lo que es capaz este equipo rehecho de Pellegrini, que huele a nuevo, como ese cochecito sufrido que nos compramos y al cual deseamos que nunca pierda ese aroma a concesionario. ¿Hasta donde puede llegar el “nuevo” Málaga? Vaya usted a saber. Sólo sé que en los futuribles para jugar Champions el año que viene veo por doquier al equipo boquerón y quizás sólo por eso merezca la pena sentarse en la hamaca de la playa, frente a la Costa del Sol, y fumarse un purito en honor a las ilusiones creadas.
Y ya lo que tenga que ser, que sea. Huelga decirlo.