Revista Salud y Bienestar
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) presentará en marzo la Guía de Buenas Prácticas en el Proceso de Donación de Órganos, en la que destaca la necesidad de que la labor del coordinador hospitalario sea reconocida en retribuciones y en la carrera profesional.
La Guía de Buenas Práctica en el Proceso de Donación de Órganos, elaborada por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), ya es una realidad (ver DM del 10-I-2011). En la reflexión inicial del documento, compuesto por 32 páginas, Rafael Matesanz, director de la ONT, comenta que "nuestro sistema ha dado sobradas pruebas de efectividad y solidez" y que "nuestra actividad de donación y trasplante es tomada como referencia en el mundo". Además, "se caracteriza por su continua evaluación y mejora" y ante hechos como que "entre un 6 y un 8 por ciento de los pacientes en lista de espera fallezcan antes de ser trasplantados", la guía pretende "ayudar a toda la red de coordinación a mejorar sus resultados".
Teniendo en cuenta la reunión que Matesanz mantuvo el lunes con los coordinadores autonómicos de trasplantes y su intervención en un acto de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos, en el que comentó que es necesario "replantear el modelo aprovechando lo que funciona", la guía, que será presentada oficialmente a finales de marzo, destaca la importancia de que el coordinador de trasplantes en el hospital cuente con una experiencia superior a los diez años, por lo que "la estabilidad en los equipos es necesaria". No es imprescindible que el coordinador ocupe un puesto directivo en el centro hospitalario, "aunque sí incrementa la efectividad en el proceso", al tiempo que es positiva "la dedicación total" y que el médico vea reconocido su esfuerzo económicamente y en su carrera profesional, "pues la vida como coordinador suele ser corta por la exigente dedicación que requiere".
Según Matesanz, "es importante que las autonomías tengan presente la calidad que nos aporta la experiencia y favorezcan el reconocimiento en la carrera como hacen Castilla y León y Andalucía". Además, y teniendo en cuenta la importancia de la formación continuada, el coordinador ha de contar con motivación, entrega, capacidad de trabajo e improvisación, versatilidad, creatividad, liderazgo, disponibilidad y empatía para ser el referente en el hospital.
Sobre la optimización del tratamiento de los pacientes neurocríticos, el documento, fruto del benchmarking, pone negro sobre blanco que "debe considerarse la donación parte del proceso médico integrado en la cartera de servicios", así como la importancia de mejorar la implicación de las unidades externas a las de críticos.
Considera fundamental la participación de los servicios de Urgencias junto con Neurocirugía, Neurología y Medicina Interna, además de la disponibilidad permanente de especialistas y la creación en los hospitales de un protocolo multidisciplinar de actuación orientado hacia la identificación de pacientes con daño cerebral grave y su comunicación inmediata a las unidades de críticos.
Identificación de mejorasLas unidades, en las que los pacientes neurocríticos han de ser una prioridad y debe realizarse una buena gestión de las camas para que no existan problemas de disponibilidad, deberán someterse a auditorías para posibilitar la evaluación, la monitorización de su efectividad en la derivación de pacientes y la identificación de las áreas de mejora.
**Publicado en "Diario Médico"
La Guía de Buenas Práctica en el Proceso de Donación de Órganos, elaborada por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), ya es una realidad (ver DM del 10-I-2011). En la reflexión inicial del documento, compuesto por 32 páginas, Rafael Matesanz, director de la ONT, comenta que "nuestro sistema ha dado sobradas pruebas de efectividad y solidez" y que "nuestra actividad de donación y trasplante es tomada como referencia en el mundo". Además, "se caracteriza por su continua evaluación y mejora" y ante hechos como que "entre un 6 y un 8 por ciento de los pacientes en lista de espera fallezcan antes de ser trasplantados", la guía pretende "ayudar a toda la red de coordinación a mejorar sus resultados".
Teniendo en cuenta la reunión que Matesanz mantuvo el lunes con los coordinadores autonómicos de trasplantes y su intervención en un acto de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos, en el que comentó que es necesario "replantear el modelo aprovechando lo que funciona", la guía, que será presentada oficialmente a finales de marzo, destaca la importancia de que el coordinador de trasplantes en el hospital cuente con una experiencia superior a los diez años, por lo que "la estabilidad en los equipos es necesaria". No es imprescindible que el coordinador ocupe un puesto directivo en el centro hospitalario, "aunque sí incrementa la efectividad en el proceso", al tiempo que es positiva "la dedicación total" y que el médico vea reconocido su esfuerzo económicamente y en su carrera profesional, "pues la vida como coordinador suele ser corta por la exigente dedicación que requiere".
Según Matesanz, "es importante que las autonomías tengan presente la calidad que nos aporta la experiencia y favorezcan el reconocimiento en la carrera como hacen Castilla y León y Andalucía". Además, y teniendo en cuenta la importancia de la formación continuada, el coordinador ha de contar con motivación, entrega, capacidad de trabajo e improvisación, versatilidad, creatividad, liderazgo, disponibilidad y empatía para ser el referente en el hospital.
Sobre la optimización del tratamiento de los pacientes neurocríticos, el documento, fruto del benchmarking, pone negro sobre blanco que "debe considerarse la donación parte del proceso médico integrado en la cartera de servicios", así como la importancia de mejorar la implicación de las unidades externas a las de críticos.
Considera fundamental la participación de los servicios de Urgencias junto con Neurocirugía, Neurología y Medicina Interna, además de la disponibilidad permanente de especialistas y la creación en los hospitales de un protocolo multidisciplinar de actuación orientado hacia la identificación de pacientes con daño cerebral grave y su comunicación inmediata a las unidades de críticos.
Identificación de mejorasLas unidades, en las que los pacientes neurocríticos han de ser una prioridad y debe realizarse una buena gestión de las camas para que no existan problemas de disponibilidad, deberán someterse a auditorías para posibilitar la evaluación, la monitorización de su efectividad en la derivación de pacientes y la identificación de las áreas de mejora.
**Publicado en "Diario Médico"
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