Parece mentira, que estando como estamos en el año 2020, en un nivel de desarrollo tecnológico y un nivel mundial más o menos estable a nivel político, aunque siga habiendo tres mundos distintos y diferenciados, que tengan que "salir", más de la mitad de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, a denunciar, como hicieron el viernes 11 de diciembre pasado, en un comunicado conjunto, los constantes crímenes contra la humanidad que tienen lugar en Corea del Norte.
"La gravedad, escala y naturaleza de las violaciones de Corea del Norte revelan un estado sin igual en el mundo contemporáneo, y esos crímenes se cometen siguiendo las políticas establecidas al más alto nivel del estado", dijo en una intervención virtual el embajador de Alemania ante la ONU, Christoph Heusgen.
Se estima que más de 100.000 personas, entre ellas niños, están encarcelados en campamentos. De ellos, se calcula que 60.000 están allí por el mero hecho de ser cristianos. La Iglesia Católica sigue siendo cruelmente perseguida y masacrada en diferentes partes del mundo, lo que pasa es que los gobiernos y los medios de comunicación no suelen denunciar estas siniestras realidades y la gente tiene la sensación de que el problema, aunque existe, no es tan grave.Según señalan las Agencias de prensa más prestigiosas del mundo, esta declaración, firmada también por Bélgica, República Dominicana, Estonia, Francia, Reino Unido, EEUU y Japón, es el resultado de la comisión de investigación de la ONU para Corea del Norte, y se ha dado a conocer poco después de celebrarse una sesión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad para hablar de la situación en ese país.Estos ocho países denunciaron además en su comunicado que se estima que unas 100.000 personas en Corea del Norte, entre ellas niños, permanecen encarceladas en campamentos de presos políticos "donde se les somete a tortura, trabajos forzados, ejecuciones sumarias, inanición, violencia sexual y de género y otras formas de trato inhumano".Muchos de los prisioneros, señalaron, se encuentran en estos campamentos por el "sistema de culpabilidad por asociación, que permite que se encarcele hasta tres generaciones de una misma familia, incluyendo niños, junto con los acusados"."El Gobierno de Corea del Norte busca, y en muchos aspectos ha logrado, el control total sobre el pueblo norcoreano", manifestaron los miembros del Consejo de Seguridad, que apuntaron a que en especial son las mujeres las que más sufren las crueles medidas.Además, revelaron que los desertores de Corea del Norte han apuntado que "todo aquel que es mayor de 12 años es obligado a asistir a las ejecuciones públicas, que sirven para recordar a los ciudadanos de las consecuencias de oponerse al Gobierno".La libertad de expresión, asociación, movimiento o religión están "tan restringidas que en la práctica son inexistentes", lo que ha llevado a decenas de miles de norcoreanos a huir del país, sostuvo la ONU, mientras que las naciones por las que pasan en su huida están obligadas a repatriar a los que buscan asilo.A su vuelta forzada al país, apuntaron, son víctimas de "tortura, violencia sexual, encarcelamiento, abortos forzados y, en algunos casos, ejecuciones". Corea del Norte, además, "está usando la pandemia global para aplicar mano dura en relación a los derechos humanos de su propia gente"."Estamos muy preocupados por un aumento importante de ejecuciones relacionadas con el covid-19, así como el control de movimiento en la capital y sus alrededores", afirmó este grupo de países liderados por Alemania, que sostuvieron que la violación de derechos humanos de Corea del Norte supone "una seria amenaza para la paz y seguridad internacional".Por ello, exigieron al país que abandone sus armas nucleares y sus programas de armamento balístico "de manera completamente verificable y de forma irreversible de acuerdo con la resolución relevante del Consejo de Seguridad".Siguiendo con noticias de Agencias, también debo decir, y perdonadme si me extiendo mucho, ya que estamos hablando de algo muy muy grave, que según señaló Human Rights Watch, en un informe que presentó, el pasado 19 de octubre de 2020, "el sistema de prisión preventiva e investigación de Corea del Norte es arbitrario y no observa en absoluto las garantías del debido proceso legal. Varias personas que estuvieron detenidas describieron torturas sistemáticas, condiciones peligrosas y antihigiénicas y trabajo forzado no remunerado.El informe de 88 páginas, “‘Valíamos menos que un animal’: Abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte” (‘Worth Less Than an Animal’: Abuses and Due Process Violations in Pretrial Detention in North Korea), presenta una descripción única y detallada de la opacidad que caracteriza al sistema de justicia penal del país. Pone de manifiesto el marco jurídico e institucional débil que existe en Corea del Norte y la naturaleza política de los tribunales y los organismos de aplicación de la ley en el régimen del Partido de los Trabajadores de Corea.“La detención preventiva y el sistema de investigación en Corea del Norte funcionan de manera arbitraria, violenta, cruel y degradante”, manifestó Brad Adams, director para Asia de Human Rights Watch. “Los norcoreanos afirman vivir con el temor constante a quedar atrapados en un sistema en el que, por lo general, los procedimientos oficiales son irrelevantes, se presume la culpabilidad de las personas y la única forma de librarse de esto es con sobornos o contactos”.Human Rights Watch entrevistó a ocho exfuncionarios públicos que huyeron del país y 22 personas norcoreanas —15 mujeres y 7 hombres— que estuvieron en centros de detención e interrogatorios (kuryujang) desde 2011, cuando el actual líder del país, Kim Jong Un, asumió el poder.Varios exdetenidos dijeron a Human Rights Watch que no había forma de saber qué les ocurriría una vez que eran arrestados, afirmaron no haber contado con acceso a un abogado independiente y que no existían vías para apelar a las autoridades por torturas o violaciones del código de procedimiento penal. Cuando una persona enfrenta una investigación oficial, hay pocas posibilidades de evitar que se imponga una sentencia condenatoria de trabajo forzoso no remunerado durante un período breve o a largo plazo. Algunas mujeres detenidas indicaron haber sufrido acoso y agresiones sexuales, incluidas violaciones.Varias personas que estuvieron detenidas contaron que eran obligadas a quedarse sentadas en el suelo sin moverse durante días, arrodilladas o con las piernas cruzadas, con los puños o las manos sobre el regazo, cabeza abajo y mirando al suelo. Si un detenido se movía, los guardias castigaban a esa persona u ordenaban castigos colectivos para todos los detenidos.Cuatro exfuncionarios gubernamentales manifestaron que el Partido de los Trabajadores de Corea considera que las personas detenidas son seres humanos inferiores y, por ende, no merecedores de contacto visual directo con los agentes del orden. Se identifica a las personas detenidas con un número, en vez de por su nombre.“Si nos movíamos, nos castigaban obligándonos a ponernos de pie y sentarnos, hacer flexiones o abdominales, o sujetándonos a los caños”, relató un exsoldado que se fue de Corea del Norte en 2017 tras ser detenido varias veces por contrabando y por intentar escapar a Corea del Sur. Agregó: "Algunos guardias nos hacían poner el rostro entre los barrotes o nos golpeaban los dedos a través de los barrotes con un palo o con su pistola. Si estaban realmente enfadados, entraban a las celdas y nos daban una paliza. Esto ocurría todos los días, en nuestras celdas o en las de otras personas; podíamos escuchar lo que ocurría, y hacían eso para que la tensión fuera constante… En algunas ocasiones estuve a punto de desistir de seguir vivo… Mientras estuve allí, desaparecieron más de 50 personas detenidas (en el sistema de campamentos de presos políticos)."Las personas entrevistadas describieron condiciones de detención insalubres y antihigiénicas; escaso acceso a alimentos; celdas abarrotadas con poca superficie para poder dormir; pocas oportunidades de bañarse y falta de sábanas, prendas de vestir, jabón y recursos, suministros, provisiones, así como de materiales de higiene menstrual. Exdetenidos y policías contaron que había personas detenidas infestadas de piojos, chinches y moscas. Muchos detenidos manifestaron que los guardias o las personas que los interrogaban a menudo permitían, tras exigir algún soborno, que familiares o amigos trajeran alimentos u otros artículos de primera necesidad tras concluir el interrogatorio.El gobierno norcoreano debe poner fin a la tortura endémica y los tratos crueles, inhumanos y degradantes en centros de prisión preventiva y de interrogatorios, subrayó Human Rights Watch. Asimismo, el gobierno debería mejorar las condiciones nefastas de detención y encarcelamiento y asegurar que se respeten estándares básicos en materia de higiene, atención de la salud, nutrición, agua limpia, vestimenta, superficie mínima, iluminación y calefacción.En 2014, una Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte concluyó que las gravísimas violaciones de derechos humanos con carácter sistemático y generalizado perpetradas por el gobierno de Corea del Norte constituían crímenes de lesa humanidad.“Exfuncionarios gubernamentales manifestaron a Human Rights Watch que los maltratos y las humillaciones se consideran una parte central del sistema de justicia penal norcoreano”, explicó Adams. “Las autoridades norcoreanas deberían sacar al sistema del oscurantismo, solicitando asistencia internacional a efectos de formar una fuerza policial profesional y un sistema de investigación que, para esclarecer delitos, se base en evidencias y no en la tortura”.Selección de testimonios presentados en el informe:Un extrabajador del gobierno que escapó del país en 2018 fue detenido en 2011 y 2012 por la policía secreta en un centro de detención e interrogatorio en una ciudad próxima a la frontera con China, debido a que alguien denunció que era un espía. Contó lo siguiente a Human Rights Watch:Me pusieron en una celda de espera. Era pequeña, y yo estaba solo. Me cachearon. Después, entraron el jefe del departamento de policía secreta de la ciudad, el jefe de asuntos políticos del partido y el investigador. La situación era muy seria, pero yo no sabía por qué. Me golpearon durante 30 minutos, me dieron puntapiés con sus botas y me propinaron golpes de puño en todo el cuerpo…Al día siguiente me pasaron a la sala contigua, que era una celda de detención e interrogatorios y empezó mi examen preliminar. Pero para el interrogatorio no había ningún protocolo ni procedimiento. Solo me golpeaban…. El funcionario a cargo del examen preliminar fue el primero en golpearme con violencia…. Yo preguntaba: ‘¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?’, pero no me dieron ninguna respuesta…. A medida que avanzaba el interrogatorio, descubrí que alguien había denunciado que yo era un espía. Durante un mes, al inicio (del examen preliminar) me golpearon con ferocidad. Me pateaban con las botas, me daban puñetazos o me golpeaban con un palo grueso en todo el cuerpo. Luego, cuando ya tuvieron gran parte de mi confesión lista, fueron menos agresivos.Aunque era invierno, no había calefacción. Había tan solo un pequeño calentador a leña frente a nosotros, al lado de donde estaba el guardia. Yo tenía muchísimo frío… y nadie sabía dónde estábamos, por lo que no podíamos recibir nada de afuera. Hacía realmente mucho frío y había muchísimas chinches y otros insectos que te picaban y empeoraban la situación.Un exleñador que huyó en 2014 y fue detenido en dos ocasiones por la policía, en 2010 por contrabando y en 2014 por no presentarse a trabajar a un sitio designado por el gobierno, manifestó:Cada día era espantoso, absolutamente doloroso e intolerable [debido a estar inmovilizado].… Muchas veces, si yo u otros nos movíamos [en la celda], los guardias nos ordenaban que sacáramos las manos a través de los barrotes y nos pisoteaban con las botas o nos golpeaban las manos con sus cinturones. Incluso después de esto, tampoco nos permitían movernos. Si respondíamos y eso no les gustaba, nos daban una paliza.Una excomerciante que escapó en 2017 y fue detenida por la policía dos veces en Suncheon, en la provincia de Pyongan del Sur, a comienzos de la década de 2010 por vender productos prohibidos, y en 2016 por tener una pelea con un miembro del partido que tenía mejores contactos, contó lo siguiente:Todos los productos de higiene personal provenían de las casas de las personas detenidas. Después la detención, la policía informaba a las familias y el investigador a cargo se presentaba y se llevaba cosas como jabón, pasta dental, cepillos de dientes, toallas o apósitos menstruales. Los guardias rompían el mango del cepillo de dientes y solo dejaban la cabeza, para impedir que se usara para suicidarse. Las personas sin familia no tenían artículos de higiene y tenían que usar los de otros detenidos."Todas estábamos en situación similar, entonces las mujeres compartíamos nuestras cosas, pero escuché que los hombres no lo hacían y que aquellos que no tenían familia sufrían más y estaban cubiertos de piojos, pero a los otros hombres no les importaba y no compartían lo que tenían. La primera vez que me detuvieron, mis familiares pudieron enviar apósitos menstruales. Una detenida, que no tenía familiares, tenía que lavar un calcetín y usarlo como apósito menstrual. En 2016, podíamos pedirle al policía a cargo que nos consiguiera apósitos si estábamos menstruando y este los compraba en una tienda afuera. No teníamos que darles dinero; ellos nos los compraban." Esta situación generalizada de tortura, ausencia de debido proceso, castigos arbitrarios y corrupción, ya dió pie, a que el 22 de junio de 2020, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptara una resolución que condenaba, por 18º año consecutivo, los crímenes de lesa humanidad de Corea del Norte. Durante la 43ª sesión, organizada en Ginebra, Suiza, el consejo -integrado por 47 países- aprobó la resolución por consenso."El consejo está profundamente preocupado por las difundidas, sistemáticas y graves violaciones de los derechos humanos en la República Popular Democrática de Corea que, en muchos casos, constituyen un crímen contra la humanidad", dijo el consejo llamando a Corea del Norte por su nombre oficial.La resolución también dice que la situación de los derechos humanos en Corea del Norte podría "deteriorarse aún más" por la actual amenaza del nuevo coronavirus, destacando la importancia de una asistencia "oportuna" para los norcoreanos.Corea del Norte ha sido etiquetada por largo tiempo como uno de los peores violadores de los derechos humanos en el mundo. Pyongyang se ha enfurecido ante tales críticas, calificándolas como un intento liderado por Estados Unidos para derrocar su régimen.El régimen norcoreano rechazó la resolución reclamando la atención a los crímenes de lesa humanidad de los países occidentales, citando la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos el mes previo.Corea del Sur no participó, por segundo año consecutivo, en la redacción conjunta del borrador de la resolución aprobada y propuesta por la Unión Europea.Según el Gobierno, Seúl participó en el proceso de adopción de la resolución bajo el principio básico de que trabajará conjuntamente con la comunidad internacional para mejorar de manera práctica la situación de los derechos humanos en Corea del Norte.Sin embargo, Seúl no redactó conjuntamente la resolución teniendo en consideración, aparentemente, los lazos intercoreanos y los esfuerzos para lograr la paz permanente en la península coreana.Señalar para acabar, y siento haberme extendido tanto, pero es que es muy grave todo lo que acabo de relatar, expresar o comunicar, sacado de entre muchas noticias de Agencias, que ya en 2014, la Comisión de Investigación de la ONU para Corea del Norte publicó el 17 de febrero de ese año, un extenso informe en el que constataba masivas y sistemáticas violaciones de derechos humanos que alcanzan el nivel de crímenes contra la humanidad, como privación de alimento, ejecuciones sumarias, desapariciones forzosas y tortura.El documento, basado en testimonios de más de 240 personas, probaba que el país se estructura con un sistema de castas conocido como "songbun", que otorga a sus ciudadanos un estatus en base a razones ideológicas y políticas.En el informe se incluye una carta del presidente de la Comisión, Michael Kirby, dirigida al líder norcoreano, Kim Jong-un, en la que le recuerda que como máximo responsable de todo el aparato del Estado debe asumir la responsabilidad de estos crímenes, de los que existen amplias evidencias para ser llevados ante un tribunal internacional.