Revista En Femenino

La operación trocitos con grulita: al libre albedrío

Por Lagrula
Estos hijos mios, lo único que tienen en común es que los he parido yo y que son  son dos gotas de agua pero físicamente, por lo demás, son polos opuestos.
Si el uno no dormía nada, la niña es un lirón, si el uno no quería chupete, esta no lo suelta, si el uno no quería ver ni en pintura los trocitos, esta pequeña me dice que las papillas se las de a su padre y que le de sólidos, que molan más, y de esto último quería hablar yo.
No se vosotros, pero yo con el tema trocitos, me tensiono, no lo puedo evitar oigan... soy así, creo que tengo un trauma de cuando era pequeña, os cuento.

LA OPERACIÓN TROCITOS CON GRULITA: AL LIBRE ALBEDRÍO

photo credit: Traffic lights via photopin (license)

Los que sois de los 80,  a lo mejor os acordáis de  los "bolón de chicle" , erán como las canicas , pero en grande, y habían de muchos sabores. Pues bien, yo me empeñé en que mi madre me comprara una, y eso que a mi madre, no le hacía mucha gracia, pero yo creo que por cansina, y ahora la entiendo bien...pues cedió , supongo ,que con tal de que me callara un ratito.

Recuerdo perfectamente, que estábamos con una amiga de mi madre  a la salida del cole, y mientras mi madre y su amiga , que era enfermera , estaban de charreta camino del parque, pues yo tan happy saltando por la calle con mi boloncho en la boca,  hasta que  el caramelo se me quedó en la garganta y no salía ni "pa lante, ni pa tras"  mi madre super nerviosa, y su amiga entraron en la primera tienda que vieron pidiendo auxilio, recuerdo que era de muebles, ya veis  me acuerdo perfectamente.
La amiga enfermera, me puso boca abajo, y me apretó,  con un golpe seco en la zona de la boca del estómago, y la bola salió disparada de mi boca. Yo lloraba y lloraba, mi madre también... vamos un cuadro, los dueños de la tienda me dieron un vaso de agua y nos tranquilizamos. Por supuesto ya no volví a comer caramelos de esos ¿ es normal que le tenga pánico al tema trocitos, verdad? Y es que lo de los atragantamientos, y las piscinas... me llevan de calle desde que soy madre ¡ que miedo!
[NOTA MENTAL: Mejor que lloren porque no les damos lo que quieren,  que luego llorar nosotros por habernos llevado el susto de tu vida]

LA OPERACIÓN TROCITOS CON GRULITA: AL LIBRE ALBEDRÍO

photo credit: Amelia + Vanilla Ice Cream = Love via photopin (license)

 Grulita, el tema de los trocitos, me lo está poniendo bastante fácil, además es una niña muy autónoma, le gusta más coger a ella la comida y  la cuchara  Desde que cumplió los 13 meses, aproximadamente, cada vez que le ponía la papilla, me "la montaba". Acababa yo de papilla hasta las cejas, la cocina, ella entera... daba igual que se la hiciese casera que fuese de tarrito. Y la verdad que me parecía super extraño, porque ella hasta los 12 meses comía estupendamente, veis en eso si que se parece al hermano, porque los dos son buenos comedores.
Entonces, pensé que podía ser una etapa, Grulito también la tuvo, esa en las que no quieren comer, pero esto ya se estaba pasando de castaño oscuro, no era normal, lo que era curioso, era que si le ofrecía york o queso fresco por ejemplo, no le hacía ningún asco y se lo comía estupendamente, pero claro, la cantidad me preocupaba porque en seguida se cansaba.
Pero el día que me afirmó que ella no quería papillas, fue el día que mientras nosotros estábamos comiendo paella, ella , solo hacía que señalar, y empecé a darle de mi paella, y acabamos poniéndole un platito el cual no dejó ni las migas.  A partir de ahí ya no me complico, que a Grulito le hago un sandwich calentito de york y queso, a ella le hago medio, que hay merluza para cenar para todos, pues ella su merlucita, macarrones, hervido, fruta.... y así vamos..., y lo mejor... ¡ se han acabado los dramas! porque vaya tela... yo acababa de los nervios nerviosos,  ahora, menos mal,.estoy más zen...
Y es curioso, porque no la he forzado en nada, a diferencia de con Grulito que le forcé más la introducción del sólido y él lo rechazaba, Grulita ha sido ella la que ha tomado la iniciativa, y además es que tiene un dominio en la boca con ellos, que me deja alucinada, como se gestiona ella la comida, y si yo se la doy, me quita el cubierto y lo utiliza ella sola.
Pero ojo... no os creáis que he perdido el miedo ese, porque cada vez que le doy trozo estoy en alerta... espero algún día superarlo.
¿ Y a vosotros, como os va la introducción del sólido?¿ También han decidido ellos cuando comer trocitos?

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