La oportunidad de Zubikarai

Todos sabemos lo que implica la suplencia para un portero. Momentos duros, tristes y de desánimo, ya que por delante de tí tienes a un compañero que goza de mayor confianza por parte del cuerpo técnico. Es duro, en aficionados, en profesionales, en peñas…siempre es duro. Pero siempre, el trabajo da sus recompensas, y si no, que se lo digan a nuestro protagonista de hoy, Eñaut Zubikarai.

El portero realista ha sido un sufridor con todas las de la ley, ya que su historia, es digna de ser mencionada. Comenzaremos por el principio. Eñaut, joven promesa del Aurrerá y destacado por muchos ojeadores, fue rápidamente captado por la Real Sociedad para sus categorías inferiores. Es ahí donde comienza el calvario del joven guardameta de Ondarroa, con su primera luxación de hombro izquierdo en edad juvenil. 10 meses de baja le costó aquella luxación.

Sin embargo, una vez recuperado, Zubikarai consiguió hacerse un hueco en el filial realista y disputar sus primeros partidos en Segunda División “B” con 20 años. Tales fueron sus actuaciones, que en Zubieta se frotaban las manos con el futuro prometedor del arquero, al cual cedieron al Eibar (en aquella temporada 2005-2006 en Segunda “A”) para que continuase con su progresión.

Otro mazazo llegaba en forma de lesión en Ipurúa. Otra vez el maldito hombro izquierdo, y con ello, toda la temporada en blanco. La progresión se cortaba en seco. Como si no pudiera haberse librado ya del gafe que le perseguía, todavía quedaba lo peor. Zubikarai, en su regreso a Zubieta, se volvió a lesionar en el mismo hombro. Fue entonces cuando dudó si merecía la pena sufrir para permanecer debajo de una portería. Sacrificado, fuerte en la recuperación y animado por su gente más cercana,  Zubikarai renació para el fútbol. El premio, la ficha con el primer equipo realista, una decisión favorecida por la cesión de Asier Riesgo al Recreativo de Huelva.

Una vez asentado en el primer equipo realista, y gozando de protagonismo en el ascenso a Primera División de la temporada 2009/2010, parecía que el futuro sería positivo, pero nada más lejos de la realidad. Totalmente a la sombra del chileno Claudio Bravo, indiscutible y capitán de la Real Sociedad, Eñaut se tuvo que conformar estas últimas temporadas con apariciones contadas con los dedos de una mano.

Sin embargo, como habíamos dicho, el trabajo duro y el esfuerzo siempre tienen premio, tarde o temprano, y esa recompensa está llegando a Zubikarai. Tras la salida este verano del chileno Bravo rumbo a Barcelona, y la inoportuna lesión en pretemporada de su sustituto, el argentino Gerónimo Rulli, Eñaut se ha hecho con el número 1 de la portería de Anoeta, con decisión, aplomo y toda la ilusión del mundo, dispuesto a demostrar a todo el planeta fútbol, de que tiene mucho talento bajo los palos. La oportunidad ha llegado, y es momento de aprovecharla al máximo.

Porque con superación, sacrificio y esfuerzo, todo llega.