Revista Comunicación
Esta era una oreja Reina que un día quiso ser el único desayuno mediano de una profesora de Tortura y Represión. Finalmente la oreja no se ha decidido a venir del modo alterno y al fin y al cabo complicado, "el correo", cuando basta una transferencia y punto, ¡ya está!
Aparece como Reina la Oreja, coronada de sabor, dispuesta a ser mi escucha mientras desayuno un café, una triste memoria, un par de esfuerzos de voluntad al levantarse luego de haber dormido y descansado, poco, sí, muy poco.
La Orejita Reina, aparecía en medio de muchos bullicios, esos de la peregrinación, apenas las 7 am justo para ser parte del festín, justo antes de comenzar a trabajar, esa, la profesora justa de la Tortura y la Represión.
Y así su reinado acabo, fue muy linda y larga, es menos de un tiempo prudente. Fue la presa para lo que fue creada, delicioso desayuno intermedio entre una nutrición sana y la prisa perenne de las mañanas antes de trabajar.
¿Quién se roba la oreja que escucha?
La Oreja Reina escuchó...