Revista Cultura y Ocio

La oscuridad de Volpi

Publicado el 28 julio 2010 por Hellman
La oscuridad de Volpi
Publicado por Salto de página.
Dicen que Oscuro bosque oscuro es una de aquellas novelas extrañas. Entre prosa poética, ensayo, no ficción...en fin. De Volpi, se puede esperar cualquier cosa. Lo mejor es que lo que escriba, siempre será brillante, sin duda. Lo comentan así en El Boomeran(g):
Reunir a todos los insectos en el atrio de la iglesia. Escoltarlos hasta el corazón del oscuro bosque oscuro y, una vez allí, uno tras otro, disparar con pulso firme entre las costillas y el omóplato. Éstas serán las terribles instrucciones que en la Alemania de 1945 habrán de cumplir los quinientos civiles reclutados para integrar el batallón 303 de la policía de reserva.
Y tú, lector, eres uno de ellos.
En esta historia el recuerdo del horror atraviesa incluso las narraciones infantiles, convocando sus versiones más cruentas. Con su última y más poderosa novela, Jorge Volpi aborda de nuevo los temas centrales de su obra -el mal, la culpa, la memoria- con una fuerza expresiva arrolladora, donde el lenguaje recupera su antiguo poder fabulador.
«El subtítulo de la última novela del escritor mexicano Jorge Volpi resume bien su contenido: "Una historia de terror". Conviene aclarar inmediatamente que no se trata de aquel terror sobrenatural al estilo de Horace Walpole, ni del terror mórbido de las sepulturas como lo cultivó Cadalso, ni, en fin, del terror de ciencia-ficción de Mary Wollstonecraft en Frankenstein. El terror aquí aparece representado por la guerra y por el embrutecimiento que sufren quienes se ven sometidos a la obediencia jerárquica.
»Oscuro bosque oscuro cuenta la historia de un batallón formado por hombres maduros que en algún puerto de Europa oriental -allí se bebe vodka- reciben órdenes de "limpiar" de "insectos" algunas poblaciones del interior. Antes de emprender esta tarea el capitán les da la opción de abandonar, pero de los 500 soldados sólo 13 se vuelven a sus casas, porque casi más aterradora que la obediencia jerárquica es esa presión del grupo que obliga a casi todos a seguir adelante. De ahí que también nosotros los lectores, como recuerda constantemente el narrador, vayamos con los soldados a participar del crimen que ellos han de instaurar y de sufrir. Como en otras ocasiones, la inteligencia literaria de Volpi le lleva a emplear varios cuentos populares para narrar alegóricamente los sucesos. Y si con estas variaciones incorpora a la novela tradición literaria, con sus anáforas y versículos da una levedad contundente a la estructura y redondea este libro hermoso e inquietante.» Fernando Castanedo, Babelia, 10 de julio de 2010
Primera tarea (Fragmento)
A las 14:00 en punto,
así quedará asentado en los informes,
el sargento Amat y el subteniente Drajurian se encuentran ya
en el oscuro bosque oscuro,
rodeados por sus hombres,
listos para acometer su drástica tarea.
Los hombres de la primera y la segunda unidad del batallón
303 de la policía de reserva se dividen en pelotones,
cada uno con cinco miembros que habrán de sucederse,
uno tras otro, uno tras otro,
en su drástica tarea.
Tú formas parte del segundo pelotón, lector,
junto a otros cuatro ancianos,
un sastre, un carnicero, un vendedor de enciclopedias y un
sordo policía retirado.
Tiritas bajo el sol del verano, lector.
A todos,
repite el capitán como una máquina.
Han de ayudarse con la bayoneta, caballeros,
explica el médico militar,
un viejo de dedos ganchudos y rostro cetrino,
sostengan el arma con firmeza, sin temblar, y coloquen la
bayoneta aquí,
justo aquí,
el médico señala un punto entre el omóplato y las costillas
del voluntario,
la bala atravesará la epidermis y el delgado tejido muscular,
esquivará los huesos y se alojará directamente en el músculo
cardíaco,
pero han de ser muy cuidadosos, caballeros,
matiza el médico,
si el ángulo se desvía un poco hacia arriba o un poco hacia
la izquierda, un poco hacia abajo o un poco a la derecha,
desgarrarán el cuerpo inútilmente, causarán dolores
insufribles y prolongarán la agonía de modo interminable,
caballeros,
mantengan firme el pulso
utilicen la bayoneta como guía y, sólo cuando estén seguros
de no errar,
aprieten el gatillo,
la bala viajará directo al músculo cardíaco, caballeros,
así evitarán dolores innecesarios, una agonía prolongada y, lo más importante, caballeros,
lo más importante en estos días,
así no desperdiciarán una bala.


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