Tus hijos son seres repletos de luz pura que llegaron a este mundo material, utilizándote como canal; no es para nada casual que hayan venido a través de tí, estoy seguro de que por algo te escogieron a tí y no al vecino de al lado o a la estrella de cine que vive en Beverly Hills. Nuestro mundo adulto tiene una especie de aversión hacia las características sanas y normales de un niño como la curiosidad, la inteligencia, la personalidad propia y la búsqueda de objeciones. Existe un patrón a ser aceptado que es el del “niño obediente y sumiso”, con excelente rendimiento en materias escolares que no le resolverán ninguno de los problemas existenciales a lo largo de la vida, y que está dispuesto a acatar cualquier orden de padres, maestros y demás autoridades por más absurdas que estas sean. Se condena y etiqueta de rebelde y “oveja negra” al niño que se niega a seguir el rebaño, que se niega a acatar órdenes estúpidas y carentes de sentido, que se niega a dormir cuando no tiene sueño o a comer cuando no tiene hambre.
Pues resulta que todas estas etiquetas y razones que lo hacen “oveja negra” son perfectas características de un niño normal, sano y lo que es más importante “inteligente”. La inteligencia más que ser la absurda asimilación de datos, fechas, personajes y reglas sin sentido; es la capacidad de discernir, de analizar y de tomar decisiones propias asumiendo la responsabilidad por ellas y siendo indiferente a si el rebaño las aprueba o no.
Pienso que si nuestras sociedades dejaran de atacar, neutralizar, medicar y lavar el cerebro a las “ovejas negras”, el mundo estaría en mejores condiciones y los psiquiatras se quedarían sin empleo. Se los dice una “oveja negra”………..
(Por Elvis Canino)