Con este título el 14 de abril pasado publiqué una nota sobre Emma Riverola, en mi opinión uno de los peores periodistas de este país, y la señora ha sido tan amable de publicar un muy buen ejemplo del tipo de periodismo abominable que practica.
El miércoles 19 publicó un artículo en El Periódico titulado “Nuestra Turquía” que no adjunto porque nunca adjuntaré nada de esta señora, pero que todavía lo podéis leer por Internet buscando en la sección de opinión de El Periódico.
No creo que adivinéis a quien hace responsable de lo que Erdogán ha hecho en Turquía, aunque si conocéis algo a la autora lo podríais adivinar, ¡¡A nosotros!!, a la U.E. por varias razones, porque no les aceptamos en la Unión, porque nos desentendimos de su problema y encima llegamos a un acuerdo con el tirano para frenar a los pobrecitos refugiados. Aparte que Erdogán es Primer Ministro de Turquía desde el 2003 y Presidente desde el 2014, y que estoy convencido que lo que ha hecho ahora o algo parecido lo tenía pensado desde que se inició en política es seguro que nunca ha tenido el más mínimo interés en pertenecer a una U.E. que podía entorpecer sus planes. Ni siquiera tiene razón con el desastroso acuerdo Erdogán-Merkel porque fue firmado en marzo del 2016 mientras el golpe de estado con que empezó el camino hacia la dictadura ocurrió en julio de 2016.
Pero lo peor de todo, lo incomprensible e intolerable es que en un artículo en que nos acusa de haber provocado el problema de Turquía las palabras Islam o Musulmán, o cualquier tipo de su referencia o ni tan solo insinuación, no aparecen ni una sola vez, o sea según la gran tergiversadora, lo que ha ocurrido en Turquía no tiene absolutamente nada que ver con el Islam, religión de paz y amor. Emma Riverola ha conseguido algo imposible.