"La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales".
Colosenses 3:16
Cuando la Palabra rebosa en nuestro corazón, el Espíritu Santo conforme sea el momento que vivamos, Él toma la Palabra precisa para dicha circunstancia trayendo solución a ese momento, porque sabemos que la Palabra trae sanidad, libertad, dirección, seguridad, exhortación, crecimiento espiritual, y esperanza a nuestras vidas. Por eso es tan importante aprenderla, memorizarla y meditarla cada día, para que quede impresa en nuestro corazón.
Cuando estamos en Cristo nuestro lenguaje debe ser la Palabra de Dios, para dar consuelo a los corazones afligidos, para levantar a los caídos, para fortalecer a los débiles, para dar seguridad en momentos en que falta la fe y para exhortar a permanecer firmes. Por tal motivo es necesario y podría decir urgente que como cristianos la Palabra de Dios debe morar en abundancia en nosotros.
¿Si no tenemos Palabra en el corazón de dónde el Espíritu Santo tomará una Palabra para animarnos o hablarnos a nuestro corazón, o de dónde tomará Palabra para levantar a otros a través nuestro? Nuestras palabras entraran por un oído y saldrán por el otro, no desconozco de la buena intención de nuestras palabras y ayudan por un momento, pero es pasajero, porque sólo la Palabra de Dios es la que trae sanidad, liberación, restauración y firmeza a las personas.
"Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio". Proverbios 30:5 (NVI).
Dios les bendiga grandemente.