La búsqueda de la perfección, de la excelencia, es uno de los aspectos que generan transformaciones, cambios y que “hacen la diferencia” en el entorno de la rutina y lo común. Cierto, pero ¿qué pasa cuando esa búsqueda de la perfección, termina en su opuesto? El perfeccionismo es un sindrome que ya tiene en su haber un sin número de libros, tratados y terapias; por las implicaciones conductuales, la afectación de las relaciones y de la productividad, tanto de la persona que lo padece, como de aquellos que la rodean; es por ello que vale la pena considerar en este espacio el tema. Para hacerlo, les comparto una serie de libros que reflejan que el tema merece nuestra atención. Nos esforzamos día a día para alcanzar un imposible.Queremos parecer más jóvenes, ganar más dinero, vivir una vida plena y destacaren los deportes. Sin embargo, según Tal Ben Shahar, prestigioso profesor de launiversidad de Harvard, la búsqueda de la perfección es el principal motivo denuestra infelicidad. Cómo dice él, “o aprendemos a fallar o fallamos alaprender”. Pero, ¿debemos dejar de marcarnos metas más altas?,¿abandonamos nuestros retos?, ¿es bueno el conformismo?. Lo que el autorpropone es aprender a diferenciar entre el perfeccionismo neurótico y elperfeccionismo positivo u optimalista, como él lo llama. Para alcanzar lafelicidad debemos disfrutar del éxito, apreciarlo, agradecerlo y aceptar elmundo tal como es. Todos aspiramos a cumplir nuestros objetivos, a triunfar, asuperar los retos. Para muchos, esa exigencia se traduce en una voz interiorque susurra «cada vez mejor». Se trata de nuestro perfeccionismo, un rasgo decarácter que, en el mejor de los casos, nos aporta motivación, éxito, logros yfelicidad. Sin embargo, cuando carece de límites puede desembocar en ansiedad,adicciones o compulsiones. ¿Eres víctima de un perfeccionismo tóxico? ¿Quéhacer cuando éste, lejos de reforzar tu autoestima, te desvaloriza y te alejade tus auténticas prioridades? Para el psiquiatra y psicoterapeuta FrédéricFanget el secreto está en aceptar los puntos débiles, carencias ycontradicciones, en encontrar el equilibrio óptimo entre exigencia personal ytolerancia. Cuando hacerlo bien no basta ofrece las claves para conservar lomejor del perfeccionismo sin padecer sus graves consecuencias, a las que, enmayor o menor medida, todos estamos expuestos. En nuestra sociedad, obsesionada por la juventud, lafelicidad o los signos externos de riqueza, nadie está a salvo de una fuerteexigencia personal. El perfeccionismo nos impulsa a superarnos, a cumplir nuestrossueños, a volar alto. Constituye asimismo la herramienta de la belleza y laemoción. Artistas, bailarines o cantantes dedican horas y horas deensayo a un solo instante de perfecta ejecución. Sin embargo, los rasgos de lapersonalidad perfeccionista, que tanto han contribuido al éxito, a larealización personal, a la creación, pueden transformarse en trampas, origen debloqueos e insatisfacciones. Entonces dejan de ser cualidades favorables paraconvertirse en auténticos obstáculos. Cuando hacerlo bien no basta te invita a un viajeapasionante de autoconocimiento. Siguiendo la lógica de una psicoterapia, nosólo te ofrece las herramientas para superar el perfeccionismo tóxico sino quete empuja más allá, hasta el origen del síntoma, mediante una preguntareveladora: ¿por qué buscas la perfección? O, dicho de otro modo: ¿qué normarige tu vida? Así, localiza tres pautas fundamentales, cada una de las cualesindica una problemática distinta: • «Debo serperfecto para sentir que valgo» señalaría cierta tendencia al narcisismo. • «Debo serperfecto para no ser rechazado» apuntaría a un síntoma de angustia de abandono. • «Debo serperfecto para tenerlo todo controlado» revelaría un trastorno de ansiedad. El perfeccionismo, dice el psiquiatra y terapeuta FrédéricFanget, puede ser una fuerza creativa de enorme poder. Pero para ello debemoshacer conscientes los impulsos que lo gobiernan. Sólo entonces encontraremos elequilibrio entre cierta tolerancia hacia nosotros mismos y unos objetivospersonales realistas, que redunden en verdadera autoestima.
Los trastornos de personalidad muestran una prevalencia entorno al 5% de la población. El síndrome del perfeccionista, alcanza entre el 7y el 12% de esta población, siendo mayor la prevalencia en las mujeres. Lapersonalidad anancástica se sitúa dentro del espectro obsesivo y se define comoun patrón de personalidad con unos rasgos marcados de inflexibilidad, rigidez,anticipación, afán por acabar las cosas, reiteración, inseguridad, prevalenciadel pensamiento del deber, un subjetivismo muy marcado al enjuiciar los hechos,y una hiperexigencia propia y hacia los demás. Como conducta nociva, el Perfeccionismo incide en procesospsicosomáticos (Ansiedad, Depresión, Fibromialgia). El perfeccionista sufre yhace sufrir. Existe un Perfeccionismo positivo frente al insano y negativo. Endistinguirlos nos jugamos una buena cuota de felicidad.
Este libro aborda este problema tan común, su detección (concuestionarios de diagnóstico) y sus soluciones. Va dirigido a médicos, padres yeducadores, profesores y, en especial, a las personas afectadas y susallegados.
El perfeccionismo es un problema que enfrentan más familiasde lo que usted imagina; pero hay manera de resolverlo y liberar a su familiadel perfeccionismo. Escrito con gran claridad, de manera directa y muymotivante, este libro es su guía. Lo primero que aprenderá de él es que el perfeccionismo noes hacer algo lo mejor que uno puede. Tampoco es hacer un inmenso esfuerzo porlograr la excelencia o lograr ideales elevados. Y tampoco es la clave para eléxito. En realidad, el perfeccionismo puede ser el obstáculo que anula suhabilidad para lograr que le vaya bien. Es una carga que nos cuesta muy caro:en ella se nos van la autoestima, la creatividad, la capacidad de desempeño,los talentos, la energía, las relaciones, la salud y la capacidad de disfrutarde la vida profundamente.La perfección no existe, lo único que podemos llegar es alprogreso. Por lo tanto, la perfección es una meta imposible. El diccionariomédico Merriam-Webster’s lo resume bastante bien: “La inclinación a considerarinaceptable cualquier cosa que no sea perfecta, especialmente fijarse metas deuna exigencia poco realista acompañado de la inclinación a considerar que nolograrlas es inaceptable y que es señal de falta de valía personal”.