Hoy día 20 de Enero de 2018 tiene lugar la demostración empirica de lo que considero una paradoja que traté de plasmar en el tuit que acompaña esta entrada.
Sé que insisto mucho en la participación de l@s profesionales en la gestión de la profesión y en ser "voz" de la misma desde los valores y la ética; a veces llego al límite de la educación al usar imágenes que para mi simbolizan esa desidia...
Sin embargo es fácil constatar que no se trata de una falta de consciencia social por parte de l@s enfermer@s; no se trata de una pasividad absoluta mediada por la condición de género de la enfermería o por su (supuesto) papel secundario en la sanidad y la más patente muestra de ello es la abundante y decisiva participación de enfermeras, TCAEs, Técnicos especialistas etc en las movilizaciones en defensa de la sanidad universal y pública en España.
Al contrario de lo que parecen entender algunas respuestas al tuit señalado no planteo abandonar una reivindicación para lanzarnos a la otra sólo quería explorar qué explicaciones encontraban las personas que tuvieran a bien responder...
De las respuestas recibidas puedo comentar algunas cosas:
La presentación de este tema como una reivindicación laboral es una constante y sin embargo la encuentro contraproducente pues le sigue el juego al manido mensaje neoliberal de que en los servicios gestionados por la administración sólo sirven para mantener un cuerpo de funcionarios que hace todo lo posible por no trabajar. Es cierto que una buena parte de la movilización la concitan personas ligadas a los sindicatos (o directamente liberados sindicales) pero en las más recientes movilizaciones parece que es la ciudadanía la que toma consciencia de que de verdad es ella la que ha de defender "su" servicio de salud e incluso hay algún ejemplo de usuarios poniendo toda la carne en el asador.
La de Emilia es, sin duda, la posición más coherente pero también la más arriesgada y la que requiere mayores sacrificios personales, sacrificios que sólo se pueden asumir desde una posición de cierta estabilidad... laboral al menos y ahí entra la respuesta de Tamara.
Tamara saca a la luz nuevamente la reivindicación laboral incluida en la defensa de la sanidad pública pero añade el hecho constatado y constatable de que "meterse" con ciertos COEs es sinónimo de problemas que pueden acarrear la pérdida del puesto de trabajo.
Hoy en #AcciónEnfermera un porcentaje muy pequeño de la enfermería hablaremos sobre la situación de los colegios profesionales y del consejo general de enfermería así, como no, de la posición de la profesión frente a los grandes retos que afronta el SNS. Mientras en Valladolid muchas personas, entre ellas un no desdeñable porcentaje de enfermeras, se manifestará por una mejor sanidad pública en su comunidad....
Creo que sería un reto interesante realizar una investigación cualitativa entre las enfermeras participantes en las movilizaciones a favor de la sanidad pública para averiguar su conocimiento sobre la estructura de gobierno profesional, su satisfacción con la misma y sus motivos para participar en unas movilizaciones y no en otras. Y ello pese a que las conclusiones puede que no nos gusten, pero eso es justamente investigar: tratar de conocer la verdad de un fenómeno más allá de las propias preferencias.
COLOFÓN:
Las explicaciones de +Juan F. Hernández Yáñez (@juherya) no pueden quedar fuera de esta entrada por el amplio abanico de campos abarcados... no me cabe duda que la clave de todo esto es multifactorial y sus coordenadas las describe bien Juan.