Escrito originalmente por un anónimo.
Todo comenzó en aquella tarde de otoño cuando el rompió el silencio y le dijo todo lo que sentía por ella, la tomó de su mano derecha, la miró a los ojos, se le acercó dos pasos y le dijo:
─Eres todo lo que quiero en esta vida.Ella le contestó con una sonrisa, cerró los ojos y se dejó llevar. Sus vidas comenzaban a tomar color juntos, eran el uno para el otro, compartían días, noches, fríos y calores, dolores y alegrías, compartían sus vidas, eran un solo ser.
Un día por la noche él llegó con sus cuatros sentidos desorbitados y con los ojos a medio abrir, ella lo miró asustada y le preguntó:
─¿Qué pasó?Él con la boca apenas abierta, con la lengua totalmente dormida y a punto de desmayarse no le contestó. Ella llamó de urgencia a emergencias y consultó por aquellos sorprendentes síntomas y solo recibió una respuesta que no creyó:
─Su novio está drogado, ingirió cocaína. Mire sus fosas nasales; están rojas e hinchadas.
Ella sin pensarlo cortó el teléfono y no creyó tal estupidez. Esa noche cenó sola, la presencia de su novio no se hacia notar en absoluto y al momento de dormir ella comenzó a leer un libro que le recomendó su mejor amiga cuando por curiosidad miró sus fosas nasales: estaban rojas e hinchadas, perdían sangre. Y quedó helada junto a él y con un frío llanto lo abrazó, fue como abrazar a un muerto, el estaba frío y duro.
Al otro día se levantaron como si nada, él se dirigió al trabajo como todos los días mientras ella volvió a llamar a emergencias pidiendo algún tipo de ayuda y solo le respondieron que tenia que hablar con el para poder ayudarlo. Lo esperó del trabajo toda la tarde pero no llegó. 5 horas mas tarde de la salida del trabajo llegó a su casa, con los mismos síntomas que la vez anterior pero consciente, la vió a ella tirada sobre el sillón llorando desconsoladamente y golpeando fuertemente su rodilla con su puño ella solo decía:
─¿Por qué? ¿Por que a él?
El sin entender se sentó junto a ella y le dijo:
─Eres todo lo que necesito en esta vida.
Y ella lo miró con desprecio y le contestó:
─Eres todo lo que me lastima en esta vida.
Él sin entender se dirigió al dormitorio y se acostó a dormir. Al otro día, sin los efectos en sus sentidos se dirigió al trabajo y a las 8pm recibió un llamado de la policía forense preguntando por Victoria Lerse. Al oír ése nombre su cuerpo quedó completamente duro, salió del trabajo sin dar ninguna explicación a nadie. Llegó a su casa y observó cintas de peligro rodear su casa, desesperado y desorbitado cruzó las cintas y al entrar a su casa un policía lo tomó del brazo y pidió su identificación, el contestó:
─Soy Ezequiel González y vivo en esta vivienda ─dijo esto mientras miraba una camilla con una bolsa salir por la puerta y solo pudo ver un zapato de su amada Victoria.Inundado en dolor sus piernas no soportaron su peso, se arrodilló en el piso y comenzó a lamentarse, fue llevado por la policía a tomar todas las declaraciones del caso, al salir se dirigió a su casa donde todavía estaban los investigadores tomando pruebas y al entrar solo encontró su mágnum 45 en el suelo junto a una mancha enorme de sangre ya coagulada y una nota en la mesa que decía:
"Te amo mucho, te esperaré por siempre, Vicky".En el momento que terminó de leer la última letra, un rayo de luz cruzó la noche sufriendo junto a él el dolor de tan grande perdida.
Al siguiente día Ezequiel solo pensó en morir; tomó una afeitadora y sacó sus hojas. Peinando sus venas y sintiendo caer la sangre sintió el frío recorrer sus dedos pero esto no alcanzaría para provocar su tan esperada muerte así que se dirigió hacia la forrajería e intentó comprar veneno para ratas, llegó a su casa y guardó el veneno en el primer cajón de su mesa de luz.Al otro día se dirigió a la funeraria donde velarían a su amada Victoria, estuvo ahí a las 5 pm cuando el velorio era a las 9 pm. Dos lágrimas solamente cayeron al ver llegar a Victoria en el cajón negro de su funeral, se arrodilló tomando su fría mano y apoyó sus labios en ella, permaneció así por toda la noche y al amanecer abrió sus ojos y secó una de sus únicas 2 lágrimas, vio llegar al coche fúnebre y soltó su ahora tibia mano por el calor que él le otorgaba.
Subió al coche y siguiendo la caravana llegó detrás del coche fúnebre al cementerio; tras unas vueltas llegaron al lugar donde ella descansaría en paz por siempre, tras las palabras del padre, colocaron su cajón en el pozo y comenzaron a llenarlo de tierra y antes de que el cajón fuera totalmente tapado él dejó caer un ramo de 3 rosas blancas que representaban su amor, su fidelidad y sus almas. Al colocar la lápida decía simplemente "aquí descansa en paz Victoria".
Al llegar a su casa, Ezequiel abrió su primer cajón de su mesa de luz, tomó una caja roja y por la noche se dirigió al cementerio donde descansaba en paz su amor. Una vez allí abrió la caja, tomó un puñado de pastillas de veneno y dijo:
─Aquí te demuestro mi fidelidad amada mía, con los ojos pintados de negro como descansas tu ahora, con los labios negros y la piel pálida, con una lágrima que dura desde tu funeral, con mi vida enterrada frente a mi digo adiós a todos. Hola de nuevo a ti, mi amor solo es tuyo, y así será por siempre...
Colocó el puñado de pastillas en su boca y las tragó una por una, se arrodilló en la tierra, comenzó a sentir el frío por sus piernas y brazos, miró hacia el cielo y cayó desplomado por el suelo, demostrando al mundo como amar, convirtiéndose en una leyenda que nunca nadie se animaría a contar para no desprestigiar sus formas de "amar".
Si llegaste hasta aquí, la moraleja de esta historia es que es la reflexión más absurda y ridícula que he publicado en la historia de este blog. Te soy sincero y me disculpo por hacerte perder el tiempo en esta ocasión. ¡Caíste y no me odies! :'v
Nos vemos hasta la próxima.