El 29 de febrero de 2016 debe ser un día internacional de la amistad y de la alegría en devolución de tantos cumpleaños no celebrados. Es lo que propone José Manuel Ubarrechena, presidente y fundador del Club Mundial de los Bisiestos, con sede en San Sebastián. El año en que San Sebastián será Capital Europea de la Cultura tendrá 366 días…
Los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del Sol y se denominan calendarios solares. Desde los tiempos del antiguo Egipto, se define el año como el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del Sol.
Nuestro calendario actual se asemeja mucho al calendario egipcio que constaba de 12 meses de 30 días cada uno, lo que sumaba un total de 360 días. Sin embargo, observando que el tiempo se desajustaba, le añadieron 5 días festivos extras, que fueron llamados epagómenes por los griegos y que, según sus creencias, correspondían a los nacimientos de los dioses Osiris, Seth, Horus, Isis y Neftis.
Quedó establecido el año en 365 días, aunque su valor real fuera de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, o sea 365,25 días. Esa diferencia de 0,25 días parece no tener ninguna importancia, pero al cabo de 4 años ya suma un día completo. Las fechas del calendario terrestre se fueron desfasando con respecto al calendario astronómico hasta que llegó un momento en que fue necesario realizar una corrección.
La leyenda del bisiesto siniestro
Julio César fue el primero en intentar solucionar éste desfase, allá por el año 46 a C., aprobando el calendario juliano que consideraba año bisiesto a aquel divisible por cuatro e incorporaba un día más al mes de febrero. Julio César encargó diseñar un calendario para el Imperio, aunque conservando los nombres de los meses, a Sosígenes de Alejandría, astrónomo, matemático y filósofo. En aquella época los egipcios conocían que cada cuatro años la salida de la estrella Sothis (Sirius) se retrasaba un día para dar inicio al año nuevo. La compensación de los desfases acumulados hizo que el año 46 a C. del calendario romano fuera el año más largo de la historia con 445 días, un año al que se llamó “año juliano” o “año de la confusión”.
Julio César decidió incorporar el día extra de los bisiestos después del 23 de febrero coincidente con el sexto día antes de las calendas de marzo; ese mes tendría dos días sextos. Ese día adicional fue llamado bis sextus, el año que contenía ese día se llamó bissextus.
Según algunos estudiosos, la leyenda negra de los años bisiestos nacería de esta decisión. Las fiestas de expiación religiosa que se celebran al final del año eran llamadas februa y el 23 de Febrero había sido en otros tiempos el día de la fiesta de Terminalia, en honor del Dios de los límites, siendo una fiesta relacionada con el fin de año. También para los romanos el mes de Febrero era el mes de los muertos. Nadie se casaba ni se abrían los templos durante todo el mes. El día 15 de Febrero se celebraba la Lupercalia, fiesta en la que se rendía culto al dios de la fertilidad para que la vida prosperase por encima de la muerte.
La influencia de la tradición pagana seguía asociando a febrero con un mes de mal agüero, y por partida doble los años bisiestos por aquello de añadirle un día más al mes de la celebración de los muertos y de la mala suerte. Es por eso que desde la autoridad católica, con la intención de anular esa superstición, se sustituyó la Lupercalia por la fiesta del amor, el 14 de febrero, celebración de san Valentín, patrón de los enamorados. Una fiesta de vida y renovación.
El nuevo calendario juliano estuvo vigente en toda Europa durante los siglos siguientes aunque con la diferencia de 11 minutos y 14 segundos con respecto al año solar que nunca se tuvo en cuenta. Un error del calendario ideado por Sosígenes que ya se advirtió en el Concilio de Nicea y que no se corrigió hasta el año 1582 en que se adoptó el calendario gregoriano. El Papa Gregorio XIII, ayudado por los científicos Luigi Ghiraldi y Christopher Clavius, viendo que el equinoccio de marzo llevaba un adelanto de 11 días desde que el calendario juliano se puso en marcha, decidió reformarlo y establecer uno nuevo. El calendario gregoriano lo único que hace es ajustarse a los ciclos de la Tierra y los dos equinoccios y dos solsticios que marcan con exactitud su movimiento alrededor del Sol.
Anécdotas bisiestas
Lejos de todo razonamiento científico, lo cierto es que más de 30.000 personas en España y cinco millones en todo el mundo ven como su cumpleaños aparece y desaparece del calendario como por arte de magia.
Hay quien ve en los años bisiestos y en el 29 de febrero una fuente de alimentación de creencias y supersticiones. Los años bisiestos no suelen tener buena referencia; basta con ir al refranero: “año bisiesto, año siniestro”, “año bisiesto, ni aquello ni esto”, “año bisiesto, vende la hoja y quema el cesto”… Los bisiestos son años de cambios y tragedias. Para unos es sinónimo de buenaventura, para otros es año de fatalidades.
Sin base científica, los pronósticos para el bisiesto 2012 fueron de grandes calamidades, el calendario Maya pronosticaba un trágico final para el mundo. Se recuerdan también desgraciados sucesos acaecidos en años similares como el inicio de la guerra civil española en 1936, la invasión de las tropas francesas en la guerra de la Independencia de 1808, el terremoto de Agadir en Marruecos de 1960 que dejó más de 15000 muertos, el hundimiento del Titanic… Coincidencia en bisiestos de crímenes como el de Mahatma Gandhi (1948), Robert Kennedy y Martin Luther King (1968), John Lennon (1980) o Indira Gandhi (1984).
También en bisiesto nacieron personajes relevantes como Pablo III nacido el 29 de Febrero de 1468, el escritor Lord Byron (1788), … En algunos países como Irlanda nacer en esa fecha trae buena suerte, los padres de los niños que nacen ese día reciben un premio de cien euros y algunas mujeres proponen matrimonio a sus novios, a los que según la tradición si rechazan la propuesta les esperan penalidades y mala fortuna. También en años bisiestos se dieron grandes avances para la Humanidad como la invención del telescopio, el termómetro de gas o el primer coche con motor de explosión.
La suerte también llegó en 1940 para la película ‘Lo que el viento se llevó’ que se quedó con ocho ‘Óscar’ de la Academia. Y también para Michael Jackson en 1984, quien se llevó ocho galardones en los Premios Grammy.
La Bougie du Sapeur es un periódico humorístico que solo se publica los días 29 de Febrero, o sea una vez cada cuatro años. Fundado en 1980, rinde homenaje a un héroe del comic, Sapeur Camembert, creado por el dibujante Christopher, nacido también ese día.
Simbología del año bisiesto
El significado del año bisiesto nos aclara algunas cosas acerca de la influencia que pueda ejercer en nuestras vidas. Los años bisiestos son múltiplos de 4 y suelen promover períodos de abundantes eventos, de intensas experiencias, de proyectos y proliferación de sucesos que no tienen por qué ser nefastos. Las vivencias que se manifiestan durante los años bisiestos buscan marcar nuestras vidas para crearnos conciencia de algunas cosas importantes. A menudo eso provoca grandes movimientos que nos alertan de la necesidad de poner más atención en el propósito de nuestra existencia, en ser más solidarias, generosas y compasivas.
El 4 es el número de la abundancia, de la libertad, del optimismo y de la multiplicación. Otorga poder y posibilidades de expansión. Pero la infravaloración o mala utilización de este poder también facilita el abuso, la exageración, los excesos, la debacle o la proliferación de calamidades de cualquier tipo, tanto en la naturaleza en nuestras circunstancias personales.
Por otra parte, hay que decir que desde el imaginario colectivo es donde se construyen y nutren las creencias que dan vida a los vaticinios nefastos. Al atribuirle al año bisiesto tendencias adversas, la tradición repetida crea un arquetipo, un modelo de pensamiento que acaba por convertirse en realidad. Pero no hay una razón para ello, deberíamos fijarnos más en los tránsitos planetarios.
En definitiva, nacer un 29 de febrero marca. Y en algunos casos para toda la vida. Hay opiniones para todos los gustos entre los “bisiestos”, aunque muchos se lo toman con humor y hasta han fundado asociaciones como el Club Mundial de los Bisiestos, con sede en San Sebastián. Proponen una cita mundial de bisiestos en Donostia dentro del programa de la Capitalidad. San Sebastián será capital europea de la cultura un año con 366 días y el Club de los Bisiestos pide una jornada internacional de la amistad y la alegría.
Fuentes: Wikipèdia
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