Una entrevista de Álvaro Sánchez León a Fernando Fabiani... sin desperdicio.
Médico de Familia sevillano, director de la compañía 'Síndrome Clown' y protagonista de la joya teatral de la cuaresma en la capital hispalense: un Poncio Pilato con más pasiones que cruces Álvaro Sánchez León. Madrid
Fernando Fabiani es médico de Familia desde 2003. Trabaja en el Centro de Salud de Montequinto (Sevilla). Receta sonrisas a través de su compañía de teatro Síndrome Clown desde hace 13 años, aunque lleva 25 sobre las tablas. Además, receta educación para la salud desde su mediblogdefamilia que tiene ya 300.000 visitas. Esta Cuaresma se disfraza del protagonista de Poncio Pilato. Tras el incienso sevillano que adelanta la Semana Santa, el médico disfrazado de procurador romano se ha convertido en una estrella. Para más inri.
PREGUNTA. ¿Qué tiene en las venas de Poncio Pilato?
RESPUESTA. Ahora mismo, ¡todo! Es lo que tiene meterse en su piel durante varios meses... No puedo ser objetivo. ¡Me parece un buen tipo que ha sido juzgado muy dura y superficialmente por la historia! ¿Qué habríamos hecho nosotros ante las mismas presiones sociales y políticas?
P. ¿La Medicina de Familia es su pasión, o su cruz?
R. Es una de mis pasiones. Como mi familia, el teatro, la docencia... Cuando llenas tu vida de pasión, las cruces se vuelven pequeñas.
P. ¿Por qué para algunos la primaria es un via crucis?
R. Porque probablemente han perdido la capacidad de disfrutar de la profesión inmersos lo que llaman burnout. La situación actual no ayuda precisamente a lo contrario.
P. ¿Quién es Barrabás en la historia de la AP?
R. ¿Barrabás? Sin duda, los servicios hospitalarios. "¿Dónde queréis que invierta más: en primaria, o en hospitales? Y responden a gritos: "¡¡¡A Barrabás!!!" Los que responden igual que hace 2.000 años no tienen toda la información y están mediatizados.
P. ¿Cree que los gestores y los políticos se lavan las manos en sus responsabilidad de desarrollar un nivel estancado?
R. Sí. Algunos, de hecho, tienen las manos impolutas de tanto lavárselas...
P. ¿Cuál es su corona de espinas profesional?
R. El escaso tiempo en las consultas. No sé cómo los pacientes no han salido aún a la calle a exigir que su médico tenga tiempo para atenderles.
P. Los médicos de Familia se sienten flagelados. ¿Se quejan más de la cuenta?
R. Todos nos quejamos más de la cuenta, pero es verdad que algunos azotes están siendo muy severos. Pero no tengo claro que haya que llorar para que se cumpla el refrán.
P. ¿Alguna Verónica en el camino de un médico de primaria?
R. Sí, una fundamental: la mirada agradecida del paciente.
P. ¿Los enfermeros son Simón de Cirene?
R. Son mucho más que eso. No ayudan a cargar con la cruz, porque la cruz es de los dos.
P. ¿Hay resurrección a la vista?
R. No, por favor. Para que haya resurrección debe haber antes una muerte, y eso no sucederá. La atención primaria, como el teatro, vive una crisis permanente, pero no puede morir, porque es esencial. Si mejora o no, depende de nosotros. ¿Nos ponemos a ello? Lee la entrevista completa aquí