Revista Cultura y Ocio
Durante una temporada estuve "obsesionado" (esa buena palabra mal usada) con "los finales" de la Guerra. Hablar de un enfrentamiento que se mueve entre el 36 y el 39 es útil para entenderse, pero no para comprender lo que ocurrió, ni sus desarrollos, ni su impacto. ¿Termina la guerra en el 39 o termina en el 45 (cuando el franquismo da por cerrados los tribunales de depuración política)? ¿O en el 56 (con la renuncia/traición del PCE a las guerrillas)? ¿O no terminaba, sino que "volvía" cuando era necesaria para Franco, como planteó Ridruejo tras el asesinato de Grimau en el 63? Nuestra "guerra" y nuestra "paz" no podían verse ya como estados absolutos, sino como grados, como formas de relación política. De ahí el título que un falangista como García Serrano le dio a estos diarios en el 75; tan irreal y, sin embargo, tan revelador de uno de los instrumentos de la Transición: la paz dictatorial, la guerra democrática.