"A algunos críticos les suelen encantar aquellos escritores y cineastas que narran cosas aburridas y parecen gente mediocre, porque les recuerdan a ellos mismos. De ahí que se vuelvan locos con las comedias de Woody Allen (comedias de las que uno sale deprimido, gran paradoja, pero que a ellos se les hace un fenómeno normal, porque es como sus vidas, repletas de pasividad, mala conciencia y sentido de la culpa típicamente burgueses) y libros plúmbeos de escritores gordos con rutinas de piloto automático al ralentí."
Agarraos los machos y leed esta (tremenda) ENTREVISTA A HERNÁN MIGOYA