- Rrrrrrinnng, Riiinnnnnnnng
- ¿Si? ¿Quién es?
- Pedro, soy yo. ¿Qué pasa hombre? ¿cómo estás?
- Pssst, regular.
- Venga hombre anímate. ¿Echamos un padel o algo? Hace muy buena mañana en Madrid…
- No, qué va. No tengo ganas.
- Joooder, ¿hasta cuándo vas a estar así? Pues nos vemos luego por el barrio, para tomarnos el vermú y comer algo…
- Qué no hombre, que no quiero salir. Además no tengo camisas blancas planchadas y me da mucha pereza ponerme ahora con eso. Ya no las necesito…
- Pues tío, no sé qué decirte. Me gustaría abstenerme, digo animarte…
- Tranquilo César, tú a lo tuyo. No te preocupes por mi. Hoy estaré todo el día en pijama, calentaré una pizza del microondas, y luego creo que veré una película. No me apetece de acción ni nada, ni de risa, seguramente veré… El renacido. Creo que es de un fulano al que machacan, pero bien, y luego todos quieren ser sus amigos.
- Ah! sí, ya sé cual es. Buena peli. Disfrútala. Yo saldré entonces con los colegas, igual vamos de cañas, no sé… barrio de Salamanca, o por ahí, o hasta la calle Génova. En fin, Pedro, nos vemos la semana que viene en el Congre… ah no, que ya no tienes que ir. Es igual, ya nos veremos.
- Sí, ya nos veremos… o no.
- Adiós.
- Adiós.