
Últimamente tengo el cine algo olvidado, y eso que este blog nació con el principal objetivo de hablar del séptimo arte. Así que me he sacado de la manga un particular "meme" para desempolvar algunos títulos que significaron algo en mi vida. Si alguno se anima, estaría encantado de ver su relación particular. LA PELÍCULA QUE ...
... ME HIZO REÍR A CARCAJADAS:
ESCÁNDALOS ROMANOS (1933): Hay que tener un poco de perspectiva y situarse en un tiempo y una época. Probablemente ahora no me produciría los mismos efectos, pero cuando la visioné de niño no podía parar de reír. Las gansadas de Eddie Cantor me produjeron unas sonoras carcajadas que no podía contener, hasta el punto de contagiar a toda mi familia, que se reían más por verme a mí, que lo que por lo que sucedía en aquella curiosa película.... TAMBIÉN ME HIZO REÍR, AUNQUE NO FUERA ESE SU PROPÓSITO:
PELÍCULA DESCONOCIDA: Lamentablemente no puedo acordarme del título. Fue allá por los 80, cumpliendo el servicio militar. El cabo encargado de distraer a la tropa con cintas de VHS, alquiladas en el vídeo club de turno, era un tipo de un gusto espantoso que solía torturarnos con producciones de ínfima categoría, recibidas entre silbidos y abucheos. Tal proceder sucedió el día que nos obsequió con una tarde de cine peculiar, aunque las protestas no tardaron en transformarse en carcajadas ante la peor película que he visto en mi vida de artes marciales. Peleas imposibles, tíos que volaban ya anticipándose a "Tigre y Dragón", de forma penosa, con cables que se veían a la legua, pésimas interpretaciones con diálogos estúpidos tipo "¡Tu mataste a Bruce Lee, te mataré!" y otros despropósitos. La película incluso se atrevía a utilizar música de Pink Floyd, a buen seguro sin el correspondiente permiso. Era tan mala, tan absolutamente horrorosa, que era una genialidad. El reputado bloguero Lazoworks tiene una sección sobre este tipo de producciones a la que llama "La risa involuntaria".... ME HIZO LLORAR:
LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS (1988): Me pilló a traición y con las defensas bajas. Fue en una época en que me dio por ver toda la filmografía del maestro Miyazaki y ésta, que no dirigía el susodicho pero sí que era de los afamados Estudios Ghibli, me hizo un nudo en la garganta que me dejó muy tocado. Esperando ver magia y fantasía, tal y como nos tenía acostumbrados el cineasta japonés, me encontré con un drama desarrollado en la Segunda Guerra Mundial que no he sido capaz de volver a visionar. Ahora, con dos niñas pequeñas, aún menos. Según la Wikipedia está considerada como una de las mejores películas antibelicista de todos los tiempos, y una obra maestra del cine de animación. ... ME HIZO SALIR DEL CINE ANTES DE TERMINAR:
NINGUNA: Jamás he salido de una sala de cine sin ver los títulos de crédito finales, aunque en alguna ocasión he estado tentado de salirme. Sucedió en "Aliens, resurrección" y no fue por que la película me desagradara, al contrario, me divertí como un enano. Sucedía aquella noche que, el responsable de la calefacción de la sala de cine, debió pensar que el argumento del film nos produciría escalofríos y puso toda la potencia del Universo conocido, de mil soles, con el consiguiente malestar del público, que, en un momento de ciega desesperación, comenzó a quitarse ropa, dentro de un decoro, no piense ustedes de forma picarona. Lamentablemente aquello no terminó en una orgía. Una pena, pero la vida es así de mediocre. También me sucedió con la tercera entrega de los anillos, "El retorno del rey", que me pilló recién salido de una gripe y aún conservado cierto estado febril. Aquel final, toda una eyaculación de epílogos se me hizo eterno. Me levantaba cada vez que pensaba que vendría el final y me sentada otras tantas veces, las misma que maldije a Peter Jackson por no saber huir a tiempo de un exceso de metraje eterno. Y eso que la novela aún era más larga.... ME HIZO ENAMORARME SIN REMEDIO:
GREASE (1978): Y fue de Olivia Newton John y su doble faceta, de niña modosita a chica peligrosa. Mi primer amor platónico, pues no podía ser de otra forma, ya que pertenecíamos no ya a mundos diferentes, sino a dimensiones distintas. Me trajo de cabeza más tiempo del razonable, sobre todo aquel bailecito enfundada en cuero que me dejó noqueado. Aún siguen separándonos océanos de tiempo y espacio, prueba más que evidente de lo injusta que puede ser la vida del hombre corriente.... ME ENTREGÓ A LOS BRAZOS DE MORFEO:
KANSAS CITY (1996): Mi amigo, el bloguero conocido como Tirador solitario, como gran amante del jazz me convenció para ir al cine a ver el por entonces novedoso trabajo de Robert Altman, que tenía mucho que ver con tal género musical. La sala estaba repleta de gafapásticos melómanos del ritmo y, siendo como era la última sesión, no me pude resistir y, a mitad de la película, me quedé sopa, en estado comatoso, como un tronco, a semejanza de un bebé con el pañal recién cambiado y tirando de chupete tras una larga jornada de juegos y trastadas. Cuando terminó, me despertaron los codazos de mi acompañante y la mirada inquisitorial de un buen grupo de cinéfilos pretenciosos. ... ME EMOCIONÓ:
LA VENGANZA DE LOS SITH (2005): Si, ya sé que algunos querrán tirarse a mi yugular, cual ofendidos zombies, pero hay que respetar el criterio de cada uno, aunque sea un poco friki o demasiado permisivo. Independientemente de los defectos de esta segunda trilogía de Lucas, primera en orden cronológico, y lo poco adecuado en la elección del actor Hayden Christensen (imperdonable no haber buscado un tipo de más fuste para interpretar a uno de los personajes más carismáticos de cine contemporáneo), lo cierto es que esa última hora de la película me parece extraordinaria, sobre todo, para los que somos incondicionales de la saga. Decía el equipo de producción que, en el momento de rodar la secuencia en la que Anakin Skywalker recibe su casco protector y comienza a respirar, un halo mágico recorrió el estudio. Los que crecimos con Star Wars también lo sentimos y, a pesar, de lo poco inspirado que pudo estar Lucas en esta trilogía, aquel momento merecía la pena. ... ME SACA DE QUICIO

... ME SORPRENDIÓ PORQUE NO ERA LO QUE APARENTABA:

... ME CAUSA REPULSIÓN

... ME ANGUSTIÓ

HARD CANDY (2005): Una adolescente vengativa, Ellen Page, le tiende una trampa a un presunto pedófilo, Patrick Wilson, que se supone se aprovecha de su trabajo de fotógrafo de jóvenes modelos para abusar de ellas. El castigo urdido por esta nueva Caperucita roja no es apto para espíritus sensibles, particularmente para aquellos hombres que tienen en gran estima sus atributos masculinos. Y es que, tan amable joven, improvisa una castración con todo lujo de detalles y, aunque no se muestra, podemos sentir, gracias a la narración y a la excelente interpretación de Wilson, cada corte y disección como si fuera en nuestra propia carne.
