Revista Cocina

La peligrosa transición nutricional de la zona mediterránea.

Por Mamucer @MarinaMunozC

transición nutricional

– Marina Muñoz Cervera –

La dieta mediterránea se considera modélica para una vida saludable, sin embargo, el panorama es cambiante en la zona.

La FAO ha presentado un informe, con fecha 11 de junio de 2015, en el que se analizan variados aspectos de los patrones de alimentación en el Mediterráneo, así como el estado de la población de la zona respecto a su alimentación actual.

El informe llevado a cabo por el organismo anteriormente mencionado y el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos y, presentado en la Exposición Universal de Milán, refleja que la región mediterránea está experimentando una transición que la aleja de su alimentación tradicional, considerada como modelo de vida saludable.

Una publicación de la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad) en consenso con la FESNAD (Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética) del año 2011, refiere que la energía obtenida por los españoles procede de alimentos altamente procesados, distanciándose, por tanto del patrón alimentario recomendado para una vida sana.

¿Qué sucede con la alimentación en la región Mediterránea?

La globalización, la comercialización de alimentos y los cambios en los estilos de vida, incluyendo el rol que las mujeres desempeñan en la sociedad, están alterando los patrones de consumo en el Mediterráneo, dejando atrás frutas y legumbres y orientándose más hacia la carne y productos lácteos, según el informe de la FAO, que podéis descargar a través del siguiente enlace: Mediterranean food consumption patterns.

La región en su conjunto está viendo un aumento de las enfermedades crónicas debidas a la alimentación, que conducen cada vez más a la discapacidad y muerte, mientras la subalimentación sigue siendo un problema en el Sur del Mediterráneo.

Las importaciones de productos foráneos y la tendencia al monocultivo contribuyen a que los sistemas alimentarios se vean afectados por unos hábitos dietéticos cambiantes.

En la región solo se están produciendo un 10% de las variedades de cultivo tradicionales ya que se están sustituyendo por un número limitado de cultivos no nativos mejorados.

El turismo, el desarrollo urbano, el agotamiento de los recursos naturales y la pérdida de los conocimientos tradicionales, contribuyen en conjunto a una rápida disminución de la diversidad genética de los cultivos y razas animales en todo el Mediterráneo.

Todo lo anteriormente mencionado supone un impacto en los cambios de los estilos de vida que pone en peligro una alimentación modélica y saludable, favor de otras conductas alimentarias insalobres y que aumentan la morbi-mortalidad.

La necesidad de actuar para prevenir.

«La dieta mediterránea es nutritiva, integrada en las culturas locales, sostenible a nivel ambiental y compatible con las economías locales», señaló Alexandre Meybeck, Coordinador del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la FAO.

Parece ser que si las tendencias actuales continúan, el panorama para la región del mediterráneo puede ser desalentador, de hecho se estima una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en la región. En el mes de mayo del presente año, se publicó en varios medios de comunicación la posible crisis de obesidad que puede suceder en el año 2030 en algunos países europeos, entre ellos Grecia y España (ambos mediterráneos).

Según declaraciones de Luigi Fontana, Profesor de la Universidad de Washington (USA) reconocido por sus investigaciones en nutrición, envejecimiento y longevidad, en ABC Salud, hoy 17 de junio de 2015, en Italia y España la dieta mediterránea practicamente ha desaparecido, mientras sus estudios de investigación indican que este tipo de alimentación de alimentación prolonga la vida y reduce el riesgo de muchas enfermedades.

¿De qué forma se plantea la actuación?

La FAO considera que la forma de prevenir una transición hacia el sobrepeso, obesidad y un aumento de la morbi-mortalidad es la siguiente:

– Prestando más atención al incremento del consumo y la producción de alimentos, con el objeto de preservar los recursos y conocimiento locales.

– Aumentando la colaboración de responsables políticos, industria e investigadores para comprender mejor los sistemas y tendencias alimentarias.

– Mediante campañas de sensibilización para promover entre los consumidores la demanda de productos mediterráneos tradicionales.

– Preservando los agroecosistemas mediterráneos.

– Haciendo que los sistemas alimentarios de la región sean más sostenibles.

– Garantizando la seguridad alimentaria y la nutrición a una población en crecimiento.

Sería una pena que una población con una disponibilidad alimentaria tan variada y saludable, continuase inclinándose hacia el consumo de alimentos procesados, declinando la actual tendencia hacia una vida sana.

La dieta mediterránea fue inscrita en el año 2013 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad e incluye a los siguientes países de la zona: Grecia, Croacia, España, Italia, Portugal, Chipre y Marruecos.

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Fuentes:

– Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. FAO. “Evitar que la dieta mediterránea desaparezca”. 11 de junio de 2015.
http://www.fao.org/news/story/es/item/293414/icode/
– Revista Española de la Obesidad. “Recomendaciones nutricionales basadas en la evidencia para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos”. Volumen 10, suplemento 1. Octubre 2011.
– Infosalus. “La OMS avisa de que en 2030 España se enfrentará a una crisis obesidad”. 6 de mayo de 2015.
http://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-oms-avisa-2030-espana-enfrentara-crisis-obesidad-20150506105032.html
– UNESCO. “La dieta mediterránea”.
http://www.unesco.org/culture/ich/es/RL/00884
Imagen:

http://www.noticiassin.com/wp-content/uploads/2015/05/Dieta-mediterranea-contra-la-obesidad.jpg


La peligrosa transición nutricional de la zona mediterránea.

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