♦Premio Cálamo Libro del Año 2024♦
♦Premio Andalucía de la Crítica♦
♦Candidato español al Premio Literario de la Unión Europea♦
♦Premio Kelvin 505 del Festival Celcius 232 a la mejor novela original en castellano publicada por primera vez en España en 2024♦
♦Premio Espartaco en la Semana Negra de Gijón a la mejor novela histórica escrita en español♦
«He aquí la historia de la descomposición total de una familia, de la deshumanización de un pueblo, de la desintegración de un territorio y de una península de casas vacías.»
David Uclés ha escrito con La península de las casas vacías una de las novelas más ambiciosas sobre la Guerra Civil española en los últimos años. Con más de seiscientas páginas, la obra no busca contar una sola historia, sino construir un mosaico coral en el que decenas de voces se entrelazan para mostrar la tragedia desde todas sus aristas: la del soldado y la del campesino, la del maestro y la de la madre, la del vencido y la del superviviente.
El territorio ficticio de Iberia y uno de los núcleos es el pueblo de Jándula (del que incluyo mapa), que parece estar inspirado en Quesada (Jaén), lugar natal del autor, se convierten en escenarios simbólicos donde lo real y lo mágico conviven sin fisuras. Una campesina que pinta de negro todos los árboles de su huerto, un maestro que enseña a sus alumnos a fingirse muertos, un soldado que se abre la piel para expulsar la ceniza que lleva dentro… Estas imágenes, cargadas de lirismo y brutalidad, condensan el espíritu del libro: la guerra como herida que no cicatriza y como vacío que permanece.
El estilo de Uclés es poético, denso y evocador, con un ritmo que oscila entre lo épico y lo íntimo. La novela no teme detenerse en escenas crueles ni en pasajes surrealistas, porque ambos le sirven para explorar las cicatrices de la memoria y la deshumanización de un país desgarrado. A ratos recuerda a las sagas latinoamericanas del realismo mágico, pero también se ancla en una tradición española que va de Goya a Juan Goytisolo.
Uno de los grandes aciertos es el tono coral: los personajes —más de cuarenta— no buscan protagonismo individual, sino que juntos conforman un testimonio colectivo. El resultado es una novela-río en la que lo importante no es tanto la trama lineal como la experiencia de lectura, la sensación de asistir al derrumbe de un mundo y a la obstinación por sobrevivir a él.
En cuanto a temas, el libro dialoga con la memoria histórica, el abandono rural, la responsabilidad individual en contextos de violencia y la fragilidad de la identidad colectiva. El título mismo, La península de las casas vacías, apunta al desarraigo y al silencio que aún hoy pesa sobre muchas familias y territorios.
En cuanto a los personajes principales podemos destacar en primer lugar a El narrador, voz narrativa que introduce, comenta e interviene, no es un narrador “neutral”: reflexiona, interviene, hace digresiones, actúa metanarrativamente, dialoga con los personajes o incluso aparece implicado. Ofrece también una mirada histórica, ética, de memoria.
El protagonista central es Odisto cabeza de la familia Ardolento. Fue campesino, trabajador del campo, hombre tradicional, padre numeroso. No está adscrito a un bando político al inicio; su identidad está ligada al territorio, la huerta, la tierra. A lo largo de la guerra padece pérdidas terribles: mueren miembros de su familia, se ve obligado a huir, volver, comprobar las ruinas de lo que fue. Es testigo de casi todo lo que ocurre.
María, esposa de Odisto y madre de José (se alista en el bando republicano) y los mellizos Pablo (que se une al bando contrario al de José) y Ángeles que sirve de contrapunto: muestra lo que la guerra deja de humano más allá de los combates: el dolor cotidiano, la supervivencia, los vínculos amorosos, la maternidad, la herida que perdura. También simboliza lo femenino en la guerra, lo que no se suele contar tanto.
La península de las casas vacías no es una lectura fácil ni ligera: exige al lector atención y complicidad, pero recompensa con una experiencia literaria profunda, emotiva y memorable. Es una obra que busca perdurar, más testimonio que entretenimiento, más espejo que evasión. Una de esas novelas que no solo cuentan una historia, sino que nos interpelan sobre quiénes fuimos, quiénes somos y qué olvidos seguimos cargando.
Muy recomendable para quienes buscan literatura exigente,
con ambición estética y compromiso histórico.
Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.
El autor:
David Uclés (Úbeda, 1990), licenciado y máster en Traducción e Interpretación, es, además, escritor, músico y dibujante. Ha publicado las novelas El llanto del león (Premio Complutense de Literatura, 2019) y Emilio y Octubre (2020). La península de las casas vacías es el fruto de quince años de trabajo y de un exhaustivo viaje de documentación y memoria por la geografía española. Para su creación, ha recibido las becas Leonardo y Montserrat Roig.
El libro:
La península de las casas vacías ha sido publicado por Ediciones Siruela en su Colección Nuevos Tiempos 529. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 700 páginas.
Como complemento pongo un vídeo grabado en el Instituto Cervantes titulado Las ínsulas prometidas: Entrevista a David Uclés.
Para saber más:
https://www.daviducles.com/
https://es.wikipedia.org/wiki/David_Uclés
https://www.instagram.com/daviducles/
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