En mayo de 1940, el ejército alemán estaba arrasando en Europa, obligando a las fuerzas aliadas de Gran Bretaña, Francia y otras naciones europeas a la retirada y la rendición.
Después de las victorias alemanas, se hizo evidente que la única forma de defender las Islas Británicas de la invasión era evacuar las fuerzas aliadas restantes a través del Canal de la Mancha. Churchill tenía la esperanza de salvar de 30,000 a 50,000 soldados en una evacuación de Dunkerque antes de que las tropas de la Wehrmacht los arrasaran.
En un error, que bien pudo costarle la guerra, Hitler ordenó a las divisiones Panzer de primera línea que detuvieran su avance a las afueras de Dunkerque.
Hay diferentes explicaciones de por qué Hitler permitió que se llevara a cabo la evacuación de Dunkerque en lugar de lidiar con lo que podría haber sido una derrota aplastante para las fuerzas británicas atrapadas en la estrecha línea de costa entre los blindados alemanes y el Canal de las Mancha. Una teoría es que Hitler permitió que los británicos evacuaran Dunkerque como un gesto humanitario para atraer a Gran Bretaña a las conversaciones de paz. Otra es que deseaba dar el golpe final con la fuerza aérea de Hitler, la Luftwaffe .
Sea cual sea la razón, Dunkerque se convirtió en el principal punto de evacuación a Gran Bretaña para las fuerzas aliadas. Sin embargo, era un lugar poco conveniente debido a sus aguas poco profundas y la falta de un puerto en condiciones que sirvieran para navíos grandes. Esto evitó que los buques de guerra británicos pudieran acercarse lo suficientemente a la costa para realizar un rescate a gran escala.
La situación llevó a que la Royal Navy emitiera una convocatoria para que todos los buques de poco calado se unieran a la Armada británica en una evacuación masiva de Dunkerque. Enviados de la Royal Navy recorrieron el sureste de Gran Bretaña en busca de cualquier pequeña embarcación que fuera voluntaria o requiera ser puesta en servicio. En total, más de 700 barcos, de toda clase, como pesqueros o yates de recreo y de lugares tan remotos como la isla de Man y Glasgow, se reunieron en Ramsgate, para ayudar en la evacuación, que duraría 10 días.
Durante esos diez días, la armada de pequeños barcos realizó innumerables viajes entre las playas de Dunkerque, los buques de guerra británicos y el estuario del Tamesis y las playas Dover. El humo de Dunkerque y el clima inclemente ayudaron a envolver las playas y los barcos, pero cuando el clima se despejó, la Luftwaffe pudo bombardear varias veces al día sin dificultad los barcos y las playas donde 5,000 hombres perdieron la vida.
La evacuación de Dunkerque es muy interesante por el hecho de convertir una humillante derrota británica y aliada en una historia de heroísmo que impulsó a los espíritus de las fuerzas aliadas, en lo que la prensa llamó “El espíritu de Dunkerque”.
La evacuación se convirtió en un esfuerzo heroico que superó las cifras más optimistas, llegando a rescatar a 340,000 soldados aliados entre el 28 de mayo y el 6 de junio de 1940. El Dean de la catedral de San Pablo fue el que también lo llamó el "Milagro de Dunkerque".
A los soldados rescatados aun les quedaban quedaban 5 años más de Guerra y muchos de ellos sufrieron serios efectos psicológicos. Un significativo número de soldados no consiguieron aguantar la presión de los constantes bombardeos y la incertidumbre ante la escasa posibilidad de poder ser rescatados y se suicidaron en la playa.
En 1960, se estableció una medalla en nombre del pueblo de Dunkerque. La medalla que en un principio era para los defensores franceses de Dunkerque, en 1970 se extendió a las fuerzas británicas, incluyendo a los civiles voluntarios de los pequeños barcos de Dunkerque.
Esta historia de solidaridad y heroísmo aparece excelentemente reflejada en la película de Christopher Nolan, “Dunkirk”.
Historia y Vida nº 592
Association of Dunkirk Little Ships
Passage Maker
National Geographic
BBC
Telegraph
Estrella Digital
La Nueva España