La poca o nula visibilidad de mujeres científicas en la vida pública, y los estereotipos enquistados, producen un sesgo en contra de las mujeres para que desarrollen sus carreras como investigadoras y técnicas. La ausencia de figuras científicas femeninas en los medios de comunicación es en gran parte causante de la falta de interés de las niñas y adolescentes por la ciencia. Como decía la catedrática Adela Muñoz, pocas personas podrían nombrar ahora mismo a una científica brillante que no fuese Marie Curie.
Nuestra pequeña padawan ya tiene al menos a esa figura y ese referente, y alguno que otro más. A Leia le gusta leer. Y le gusta aprender, conocer, y le gusta ser una niña poderosa. Y a mí también, y me gustaría que fuera una mujer plena, feliz y poderosa. Tiene 5 años. Apoyo y ayuda míos y de la Maestra-Jedi no le va a faltar.
La ciencia y la igualdad de género son vitales para el desarrollo sostenible de la sociedad. Pero, ellas siguen enfrentándose a barreras que les impiden participar plenamente en ésta y otras muchas áreas y disciplinas. La probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 8% y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37%, 18% y 6%. Con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, Naciones Unidas decidió proclamar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
P.D.: Gracias eternas a Hedy Lamarr, por haber ideado sistemas de comunicaciones inalámbricas, precursores de nuestro Wi-Fi.
¡Que la Fuerza os acompañe!
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