Revista Viajes

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Por Evangelina Gonzalez Rodriguez @evanocaterli

Andar en bicicleta con el viento que te congela desde la nariz hasta los bolsillos.

Dejar la bici, tomar la guitarra, ganarse unos euros, caminar por el río. Bueno, al lado del río, todavía el viaje no me dió poderes mágicos.

Volver a casa de la señora que me hospeda con Workaway (Ingrid).

Ir a la piscina. Subir por las escaleras, bajar por el tobogán, subir por las escaleras, bajar por el tobogán. Repetir esto unas 40 veces hasta que Robben, el norteamericano, se canse.

Volver a casa, dormir como un bebe, soñar en inglés alemanizado.

Nuevo día, arreglar el jardín de la señora, conocer todos los castillos, comer sopa de Maultaschen (muy recomendable), cocinar Apfel krümelkuchen (no, no estoy insultándote, es pastel de manzana).

Ir a la tienda de cosas frikis con Robben e Iggor (de Servia). Jugar al pool con Ingrid y sus amigas, que tienen más de 60 años pero son más jóvenes que yo, y Robben. Quedarme con él tomando cerveza, tomar demasiada cerveza (muy rica cerveza, sueno como Homero, lo sé). Volver borrachos en bicicleta, o mejor dicho, intentar volver. Perdernos en la ”Foggy”, nuestra nueva amiga la niebla, reirnos, no entender nada. Amar la cerveza alemana. Encontrar la casa. Intentar dormir. Odiar la cerveza alemana. Dormir. Despertar con resaca. Arreglar el jardín. Lluvia.

Escalar, nadar, reír, odiar el inglés, extrañar a mamá.

Todo eso y mucho más es lo que hice en Marburg.

Okey, el por qué visitar este hermoso lugar es muy simple y convincente:

Es una ciudad súper pequeña, de unos 80.000 habitantes.

Tiene mucha cultura medieval.

Un montón de jóvenes de todo el mundo estudian en esta ciudad. (Su universidad, fundada en 1527, es la más antigua de las universidades protestantes del mundo)

Podés recorrer la ciudad entera en bicicleta, 10 veces o más durante el día.

Hay muchos espectáculos gratuitos.

La gente es súper amigable y tranquila, vive en cámara lenta.

Hay algo nuevo para hacer todos los días.

Tiene bosques, ríos y pequeñas montañas.

Es una ciudad gayfriendly y cuenta con dos bares LGBT.

El castillo principal le dá un encanto mágico, porque se vé desde todas partes, como la Alhambra en Granada.

Los 9 lugares que tenés que visitar:

  1. El castillo: Castillo de los Landgraves de Hesse
  2. Iglesia de Santa Isabel (no me gustan las iglesias, por eso no entré, pero por fuera es muy linda)
  3. Antiguo jardín botánico
  4. Torre del emperador Guillermo
  5. AquaMar, piscinas.
  6. Molino «Brücker Mühle» en Amöneburg.
  7. Castillo de los Landgraves de Hesse, está a unos minutos de Marburg: Ebsdorfergrund.
  8. Casco antiguo.
  9. Zona para escalar.

Torre del emperador Guillermo:

Cuenta con un corazón gigante, que se ve desde toda la ciudad cuando algún enamorado llama y paga para encenderlo

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Tiene una hermosa vista, y la ciudad cuenta con una gran atracción que es el corazón de la torre, cuando algún enamorado llama!

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Castillo Rauischholzhausen:

Tiene cinco hectáreas de parque y lagos. Estos últimos son pistas de patinaje en invierno.

Los terrenos del castillo fueron mencionados por primera vez en un libro fundador del monasterio de Fulda entre 750 y 779 y fueron inicialmente un feudo de los señores de Eppstein, hasta que el arzobispo de Maguncia se los dio a la familia Von Schrock en 1369.

El castillo de Rauischholzhausen fue diseñado por el arquitecto Carl Schaefer, un estudiante de Gottlieb Ungewitter, quien decoró profusamente en el estilo de Klein-Postdam. La construcción original duró de 1871 a 1878. Pero entre medio, en 1873, el edificio se derrumbó debido a los malos cimientos en la base de la construcción.

El parque está diseñado en un estilo jardín inglés y contiene cerca de 300 tipos distintos de árboles. Dos arroyos corren por el parque y se forman varios estanques conectados por cascadas artificiales. Esculturas que incluyen una princesa lituana, una esclava, una virgen y un vagabundo cansado pueden encontrarse entre grupos de árboles.

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

 

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Entramos sin permiso a el interior y nos encontramos unas hermosas bibliotecas:

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

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Robben y yo:

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Escultura en un árbol:

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El molino  «Brücker Mühle» en Amöneburg

Es un monumento cultural e industrial en el que se muelen cereales desde 1248. El molino dispone de una central hidráulica que sirve para aprovechar el río que pasa por debajo. La granja cuenta con un restaurante y con una tienda de productos biológicos.

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

El principe Charles fue a visitar el molino en el 1997.

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Mirá que cara de bobo que tiene:

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Pileta que retiene el agua para luego generar electricidad:

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Y ahora la parte que más me gusta: avalada por Greenpeace

:)

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Oh! ¿Pero que es esto?

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Es piedra volcánica: Geotop Amôneburg Ostwand

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Castillo de los Landgraves de Hesse: Landgrafenschloss

Sin duda es el atractivo más importante, además se ve desde todas partes.

El castillo de Marburg se alza sobre la colina de la ciudad y desde allí vigilaba el valle del río Lahn desde un lugar estratégico en el que se cruzaban dos vías comerciales muy importantes en la Edad Media. Fue construido en el 1000 d.c. Primero fue una torre fortificada, pero luego se convirtió en una de las primeras fortalezas de Alemania que ayudaría al desarrollo de Marburg.

Al principio, el castilo solo contaba con estilos gótico y gotico tardío, pero después se le anexaron partes con estilo renacentista.

El castillo le pertenece hoy en día a la universidad que creó un museo de Hessen en gran parte del edificio.

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

La vista desde el castillo, enfrente podemos ver una imitación a pequeña escala de la torre de pizza (mentira, no se la crean, pero a la iglesia de enfrente se le está por caer la cúpula, parece)

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Parte del interior del castillo:

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Pasemos a lo que nos interesa: lugar friki.

Miles de juegos de mesa y cartas super poderosas (?) En la calle de la universidad y el teatro.

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Campeonatos de frikeadas:

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Mi bicileta americana, el mejor medio de transporte para el medioambiente externo e interno.

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

AquaMar:

No importa si hace buen tiempo o no, siempre se puede ir a las piscinas de Marburg, super baratas y con muchos juegos, toboganes, paredes para escalar, sauna y trampolínes.

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Rocodromo Volksbank:

Para hacer escalada deportiva, situada en el pabellón cubierto de Waggonalle.

La pequeña y deslumbrante ciudad alemana: Marburg

Te recomiendo Marburg y todo Hessen.

Aquí se termina el recorrido, espero que te haya gustado. Podés comentar que te pareció este post y compartirlo con tus amigos y amigas. ¡Todos entran en mi mochila!

Gesungheit!!! (salúd) und auf Wiedersehen (y chau)

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