La perdida de credibilidad del periodismo en tiempos de crisis
La credibilidad y la honestidad del periodismo están haciendo aguas. En estos tiempos de crisis, tanto económica como de valores, se está produciendo el efecto tan temido de la falta de credibilidad del periodismo.¿Qué es lo que interesa a los ciudadanos? ¿Cuál debe ser la noticia del día?, preguntas que tienen distintas opiniones pero una sola preocupación. La propaganda, esa arma “mortífera” que puso de moda Goebbels , se extiende más veloz que nunca en los medios de comunicación y, también en la vida cotidiana. Una capa de sospecha cae sobre gran parte de lo que se comunica.
El periodismo está en horas bajas, y los ciudadanos se lo están haciendo ver. No se corresponde lo que se habla en los corrillos con lo que se publica en los medios. Como ejemplo sirva lo sucedido este fin de semana en las portadas de los diarios con más difusión.
El sábado 23 de febrero se produjo una gran manifestación en Madrid contra la
corrupción, el golpe de estado financiero y los recortes sociales con miles de
voces que gritaban mirando al Congreso “No
nos representan”. Muchas de esos
ciudadanos esperaban ver reflejado esa acción en los medios de comunicación: ¿Y
cuál fue la portada del domingo de los diarios nacionales?... La declaración de
Urdangarin en el juzgado de Palma de Mallorca, incluida la foto… Poco o nada,
mejor dicho, de la manifestación del sábado.
Para rematar este decepcionante fin de semana informativo,
los dos principales diarios, El País y El Mundo, se destapan, hoy lunes, con
dos “frívolas” informaciones: el caso
Bárcenas y una entrevista a Corinna, amiga del Rey. Nada, pues, de la manifestación
del sábado y los gritos lanzados contra la clase política y el malestar general
de la sociedad.
No es de extrañar que, tres de cada cuatro ciudadanos (74 %)
consideran que el Congreso de los Diputados no representa a la mayoría de los
españoles y un porcentaje incluso superior (80 %) no se siente personalmente
representado por él. Esta percepción es compartida por siete de cada diez
votantes del PP, según se publicó en el
blog de Metroscopia en El País.
Esta percepción se une a la falta de una información objetiva y plural desde los medios de comunicación, quienes sufren (por asi decirlo) un problema de información parcial, sesgada y excesivamente abultada de opinión que deteriora su credibilidad. Muchos diarios se siguen mirando el ombligo como foco de interés, sin percatarse de lo que realmente sucede.
Se está al borde del abismo. Los medios de comunicación, mejor dicho, sus dirigentes, los que definen las portadas, escaletas y guiones, se pierden en interpretaciones banales sobre qué es lo que quiere el ciudadano, perdiendo el foco de atención que reclama la sociedad. A la falta de credibilidad que se están forjando los políticos se une la “connivencia” de los principales diarios que se pierden en informaciones sesgadas y con altas dosis de opinión.
