
No podía dejar pasar octubre sin hablar de duelo perinatal, ya que durante este mes se han realizado ponencias y acciones dedicadas a la pérdida gestacional. Poco a poco se va dando voz y protagonismo a un tema tan delicado y duro. Voz a esas madres y padres que un día perdieron un bebé. Y protagonismo a un tema que todavía sigue siendo tabú.
La pérdida gestacional supone un duelo eterno porque rara vez concluye. No es un duelo reconocido ni público sino que suele llevarse oculto y a escondidas. Incomprensión, asombro, falta de empatía planean sobre la madre y también sobre el padre. El duelo incomprendido y escondido es todavía más difícil y lograr avanzar es todo un reto.
Tras mi dura experiencia la conclusión que saqué es que la pérdida de un hijo no se supera nunca. Te acostumbras a vivir con ello, lo integras en tu vida, en tu maternidad, en tu alma, pero no se supera.
Eso no significa que llegue un día en el que puedas hablar de ese bebé que se fue con normalidad y hasta con una sonrisa en los labios. Lo logras y sigues adelante. Llega un día donde te das cuenta que ya no hay lágrimas y que éstas han dejado paso a una serenidad que no esperabas, una serenidad placentera y tranquila. Pero llegas ahí porque has seguido el camino del duelo, porque has superado las duras fases que impone.
Cualquier persona que sufre una pérdida de otro tipo tiene la ventaja de sentirse apoyada, arropada y comprendida por su entorno. Quienes hemos sufrido una pérdida gestacional tenemos apoyo por tiempo limitado, fuera de dicho plazo tu entorno empieza a no entender por qué sigues mal, por qué te aferras a ese recuerdo, por qué sufres o por qué no miras hacia adelante en busca de nuevos hijos. Y por supuesto la empatía es cero cuando te conviertes de nuevo en madre pero.... sigues mirando atrás.
Es muy importante seguir trabajando para normalizar la pérdida gestacional en las maternidades y hospitales y así ayudar a las parejas en los primeros momentos. Y también, por qué no, orientar a familiares y acompañantes.
Os lo contaba hace unos años, en nuestro caso nadie nos guió, ni nos orientó en aquellas primeras horas de desconcierto y terror. Por fortuna a día de hoy hemos avanzado y seguimos dando pasos para conseguir que el duelo gestacional sea digno y reconocido.
Hoy vuelvo a encender una vela por aquella luz que se fue a pesar de que siempre le tengo en mi recuerdo y en mi corazón.