Hola, hoy traigo la sorpresa que me di en Washington en una de las visitas que hice. Gracias a una publicación gratuita con noticias y eventos de la ciudad, me enteré que en el National Portrait Gallery estaba la exposición “Pilgrimage” de Annie Leibovitz, que aunque no es una de mis fotógrafas favoritas, fue una verdadera suerte ver su trabajo tan de cerca. Después de leer varias reseñas sobre esta exposición y de lo que significó para la fotógrafa este trabajo, me convenzo más de lo que significan los viajes en nuestras vidas.
Debo
decir que la simplicidad de esta exposición me conmovió puesto que
todo trata sobre detalles, lo que más me gusta en fotografía, esas
pequeñas cosas que nuestra mirada descuida. Pero Leibovitz,
alejándose del trabajo que la identifica ya que no hay ni una
persona
en las fotos, se adentra en pertenencias de
personajes íconos como
Emily Dickinson, Sigmund Freud, Thomas Jefferson, Virginia Woolf,
Pete Seeger, Elvis Presley, entre otros.
Las
fotos fueron realizadas en sitios históricos de Estados Unidos, a
los que la fotógrafa viajó en busca de un cambio en su agitada vida
que la ha llevado a problemas financieros. Por eso siempre pienso que
los viajes nos abren la inspiración y nos dan un poquito de luz.
Como ella misma lo denominó, esta travesía fue un “ejercicio de
renovación”, donde exploró el legado norteamericano en busca de
una manera de seguir avanzando en el tiempo. La exposición cuenta
con 64 fotografías tomadas entre 2009 y 2011, entre las que podemos
ver los guantes que guardaba Abraham Lincoln en su bolsillo el día
que fue asesinado, el cuarto oscuro utilizado por Ansel Adams en su
casa en California, una fotografía hecha a la superficie del
escritorio deVirginia Woolf, el único vestido que existe de Emily
Dickinson, el sillón utilizado por Freud para atender a sus
pacientes, todos con una carga emocional y una historia invaluable.
Este
último trabajo de la artista ha acarreado numerosas críticas. Ha
sido tildada de fastidiosa por algunos, y por otros como el declive y
reflejo de la situación por la que atraviesa la fotográfa. Para
ella esta serie es una peregrinación, ya que después de la muerte
de su amiga Susan Sontag, decidió hacer una lista de lugares a
visitar, la cual sin duda alguna estaría influenciada por la memoria
de su amiga Susan y sus gustos pero sin dejar de ser la lista de
Leivobitz.
Como
leí en una reseña hecha por el Washington Post, las fotos te
acercan a esos detalles, muestran esas pertenencias con una luz
distinta que sólo la fotógrafa pudo captar haciendo lucir todo más
real y cercano, yendo más allá de lo que cualquier turista con
cámara podría hacer. “Pilgrimage” es una declaración personal,
sin presiones y sin la exigencia de sus fotos anteriores, que nos
deja a una fotógrafa experimentada tratando de contar el presente
rebuscando en el pasado.
Saludos y a seguir viajando,
Lu.
Cuarto Oscuro utilizado por Ansel Adams. Carmel, California.
El único vestido que existe de Emily Dickinson. Historical Society en Amherst, Mass.
Sofá utilizado por Sigmund Freud.
Negativo de retratos hechos a Abrahan Lincoln por Anthony Berger. Brady Gallery en Washington D.C.
Graceland. Casa de Elvis Presley. Memphis.
Caja de colores hechos a mano de Georgis O'Keefe's.
Cuarto de Virginia Woolf. Charleston, England.
Guantes encontrados en el bolsillo de Abraham Lincoln la noche de su asesinato.
Más info: http://www.smithsonianmag.com/arts-culture/Annie-Leibovitzs-American-Pilgrimage.htmlhttp://www.nytimes.com/2011/10/30/opinion/sunday/annie-leibovitzs-pilgrimage.html?pagewanted=all
http://www.washingtonpost.com/gog/exhibits/annie-leibovitz-pilgrimage,1220457/critic-review.html