La tarde noche del triunfo contra Tigre lo había visto goleador. Y de ahí en más, sus acciones empezaron a cotizar en baja. Un penal innecesario contra Newell’s y sus producciones negativas le mostraron el camino de salida en varios partidos. La realidad futbolera resultaba complicada para Carlos Sánchez. Y para colmo, la vida diaria le aplicó un golpe bajo: la muerte de su padre en Uruguay. La noticia impactó en el ánimo del volante, pero pidió estar contra Godoy Cruz. “El grupo tiene que volver a confiar en mí”, se propuso en la sala de espera. Y a esa muestra de carácter, Sánchez le agregó dos festejos ante el Tomba. Primero, con una llegada efectiva al ataque. Y después, con la perla de la fecha. Una definición exquisita. El uruguayo facturó un pase de Rogelio Funes Mori y limpió la jugada con estilo. Al ver adelantado a Ibáñez, decoró el 5-0 con una vaselina deliciosa. Golazo en el Monumental. Y un desahogo ideal para Sánchez. El hombre del corazón valiente. El protagonista del mejor gol en el Capítulo 10 del Torneo Inicial.