Su lugar en el mundo está ahí, en La Paternal. Leonel Núñez se siente a pleno en Argentinos Juniors y muestra su mejor versión. El segundo ciclo en el club, tras su estadía en Independiente, lo encuentra goleador y desequilibrante. Ya lo había demostrado hace dos semanas, con un tiro libre efectivo contra Tigre, por el primer cruce de la Sudamericana. Y en la tarde-noche del sábado, le sacó brillo a la joya de la cuarta fecha. El delantero compensó su falta de velocidad con inteligencia y talento. Al ver adelantado a Ibáñez, picó la pelota y festejó un golazo. Fue el segundo grito de Argentinos ante Godoy Cruz y el alivio por el primer triunfo en el Torneo Inicial. Todo, gracias a Núñez y su definición magnífica. Deliciosa.