"Está allí...Allá a lo lejos , al fondo de esa distancia que me une al presente: mi infancia. Rita presenció todo aquello a mi lado. Las menos veces como testigo, las más formando parte de ella."
No es ningún secreto mi tendencia a leer libros donde los perros tengan algún tipo de protagonismo, de modo que al tener noticias de este libro de Malpaso tuve claro que lo quería leer. ¿Quién es la perra de mi vida? ¿De la vida de quién?Los detalles nos lo cuenta en el prólogo Antonio Soler, quien tuvo la oportunidad de conocer al autor, Claude Duneton (1935-2012), un filológo, historiador y profesor cuya obra empieza a publicarse en nuestro país con este título como punto de partida. El autor viaja a su pasado a través de esta breve novela, y nos lleva a sus años de de infancia y juventud. Perteneciente a una familia de campesinos, él mismo trabaja también la tierra en la aldea en la que viven al sur de Francia. Corren tiempos difíciles, duros, de ocupación alemana, unas circunstancias que impregnan el ambiente del hogar de nuestro pequeño protagonista, que crece entre discusiones y hostilidades. Y en este contexto, llega por casualidad a su vida la perra Rita, una perra desastrosa, muy traviesa e inquieta. No es especialmente cariñosa, pero se convierte en la fiel compañera de Claude.A lo largo de los años seremos testigos de la relación entre ambos en el día a día y, esto, sin duda, es el punto fuerte de la novela y lo que más me ha gustado: el realismo con el que se cuenta. Sin florituras, mezclando y armonizando humor, ironía, dramatismo y elegancia en la narración. Hay fragmentos de gran crueldad, reflejo de una vida y unas costumbres que todavía perduran en el ámbito rural, y hay fragmentos evocadores cargados de sentimientos que nos hace sentirnos muy cerca de aquel niño y su mascota. Muy recomendable."Cuando llovía, Rita caminaba bajo la carreta, a cubierto. Había comprendido las vicisitudes del mundo y la inestabilidad del aire..."