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Ante la recomendación de un amigo y gran lector, me decidí a leer este clásico. No imaginaba lo que escondía esa portada. Hasta ahora, todo lo que he leído sobre la peste se remonta a la Edad Media o al Renacimiento. Si buscáis eso; éste no es vuestro libro.
Camus nos traslada a la Francia del siglo XX, a una ciudad llamada Orán, dónde sin darse cuenta los vecinos se van infectando de un mal, aparentemente erradicado.
Más allá de la narración, que es maravillosa, debemos sumergirnos en el mensaje que el autor quiere transmitir. Cómo una ciudad confinada, infectada y casi arrasada, sale adelante con la ayuda prestada entre los propios vecinos. Cómo los infectados, ayudan a los contagiados. Todo esto ocurre ante la atónita mirada del doctor Rieux, que debe enfrentarse a una epidemia que está acabando con la población.
Como puede ver el bloguerío, este tema está de rabiosa actualidad. Con el coronavirus hemos sufrido confinamientos, restricciones y situaciones que nos venían grandes. La novela termina con el final de la peste en Orán.
¿Será éste el final del coronavirus?