Entre los poetas más destacados de todos los tiempos está, sin duda alguna, Sófocles. Este poeta trágico griego escribió en el siglo V a. C. su obra maestra, Edipo Rey. Dicha obra es todavía considerada imprescindible para la mayoría de los conocedores de la literatura general.
Este clásico comienza con una conversación entre Edipo y el sacerdote. Desde los primeros minutos de la lectura el lector se informa sobre la terrible peste que ha invadido Tebas. Con el fin de conocer más detalles, el rey decide mandar a su cuñado Creonte para que consulte el Oráculo de Delfos sobre un posible plan de salvación. Se enteran de que la peste es el resultado de una muerte que todavía no está vengada, más concretamente la muerte de Layo, el antiguo rey. Asimismo, el rey Edipo decide que lo mejor sería que la gente se enfocara en encontrar la cura.
A lo largo de la búsqueda de la causa de la enfermedad, el rey se dirige al adivino Tiresias con el objetivo de descubrir quién es el responsable de toda esta tragedia y este le revela que es él, el rey Edipo, el responsable de la aparición de la peste.
A partir de este momento de descubrimiento, la enfermedad pasa a un segundo plano, con solo algunas menciones más hasta el final de la historia. Es decir, aunque en la primera parte de la obra el tema central sea la peste con sus secuelas, en la segunda parte apenas se hace referencia a la epidemia.
Sin embargo, lo que pasa al primer plano es el destino de Edipo, desde luego un destino trágico. Esto se debe no solamente al hecho de haber sido la causa de la peste, sino también a las tragedias personales del protagonista.
No obstante, aunque la peste pasara a ser el foco secundario de la obra, es de suma importancia destacar unas creencias con respecto a los motivos de Sófocles de describir dicha enfermedad y de ponerla como fondo en esta obra. Se podría decir que dichas creencias son el resultado de un enfoque más crítico hacia esta tragedia, esto es, de un análisis más profundo de las descripciones de la enfermedad y las posibles causas que pudo tener el escritor para situarla en su texto. Todo esto para contestar la siguiente pregunta: ¿La peste de Tebas es un hecho histórico o solamente el fruto de imaginación de Sófocles?
Hoy en día existen estudios que analizan y comparan la peste de Tebas con la plaga de Atenas, que está descrita por el historiador Tucídides, ya que esta tuvo lugar más o menos al mismo tiempo que la aparición de la obra de Sófocles. Estos estudios muestran que la epidemia inmortalizada en Edipo Rey ocurrió de verdad, y que es probable que el patógeno causal sea Brucella abortus.
Esta teoría podría ser una base para seguir investigando sobre este asunto que, por desgracia, será difícil para comprobar debido a la multitud de siglos que han transcurrido desde entonces.