Revista Insólito

La peste negra, el mal que probablemente no vino de China

Publicado el 28 diciembre 2018 por Tdi @RLIBlog

La peste negra, el mal que probablemente no vino de China

Durante el siglo XIV, la peste negra o peste bubónica asoló Europa con una estimación de 75 a 200 millones de personas en Eurasia en tan solo cuatro años. Tradicionalmente se ha dicho que la plaga se extendió desde China, pero el consenso actual rechaza esa asunción y sitúa su origen en las tierras controladas por la Horda Dorada en 1345, en el Cáucaso y las zonas vecinas.

Sobre esa afirmación inicial, se llega a cuestionar incluso si llegó a las regiones más pobladas de la época, la India y China. Una revisión de las fuentes primarias de la dinastía Yuan y el sultanato de Delhi no revelan una plaga entre sus problemas durante el siglo XIV. Por el contrario, los estudios bacteriológicos han revelado que, tras la epidemia europea, la bacteria viajó a la provincia de Yunnan en China. De esta manera, penetró primero en Europa y posteriormente llegó a China pasando por Rusia.

¿Qué pruebas había a favor del origen chino de la plaga?

China era un foco principal de la plaga, siendo una enfermedad endémica de los roedores, que pueden provocar pandemias en los humanos. La tercera pandemia empezó en Yunnan, China, y se extendió desde Hong Kong en 1894. Como los focos de la plaga se mantienen durante mucho tiempo, como las plagas en Alemania y Francia en los siglos XVI y XVII, respectivamente, se consideró a China el posible foco de la peste negra. Realmente no se tuvieron en cuenta las pruebas a favor, o falta de ellas, como se desvela del siguiente extracto de Plagues and People (1976) de William McNeill: "imposible creer que la plaga no afectara a China, India y Oriente Medio".

Historia de la enfermedad o La gran mortalidad del año de nuestro señor 1348 de Gabriel de Mussis, un abogado italiano, enumera en los lugares donde "lloraban y lamentaban" por el paso de la plaga, incluyendo a China, la India y Persia.

En el Este, en Catay, que es el mayor país del mundo, aparecieron signos horribles y terroríficos. Serpientes y sapos cayeron en una espesa lluvia, entraron en las viviendas y devoraron a innumerables personas, inyectándoles veneno y royéndolos con sus dientes. En el Sur, en las Indias, terremotos devastaron pueblos y ciudades enteras fueron consumidas por el fuego del cielo. Los vapores calientes del fuego quemaron a números infinitos de personas y, en algunos lugares, llovió sangre y cayeron piedras del cielo.

Sin embargo, es complicado saber de dónde obtuvo la información, especialmente si la peste negra se originó a miles de kilómetros. También se discute el impacto que pudo tener la conversión del ilkanato al Islam en torno a 1295, la Horda Dorada en 1313 y el kanato de Chagatai después de 1330 en el comercio desde oriente. Mientras por una parte se dice que esto pudo haber interrumpido el comercio con oriente, por otra parte, los años de 1320 a 1345 se consideran una edad dorada del comercio trans-asiático. Los defensores del origen caucásico de la epidemia consideran que el bloqueo comercial habría impedido el tránsito de la enfermedad por las estepas asiáticas en los años previos a 1345.
La historia del viaje al oeste de la peste negra comienza en Cafa (actual Feodosia, Crimea), entonces colonia genovesa. En esos años la Horda Dorada estaba en guerra con los genoveses y venecianos. Sería necesaria una buena explicación para entender por qué y cómo un comerciante cristiano italiano cruzaría varios estados musulmanes hostiles al cristianismo desde China para llegar a una ciudad asediada. No obstante, tampoco se puede descartar que se transmitiera indirectamente, por medio de varias rutas comerciales.

El cronista Ibn al-Wardi de Alepo habla de comerciantes que han visto la peste negra en Crimea y la llevaron con ellos, hablando de como creaba estragos desde principios de la década de 1330 y tenía sus orígenes en la "tierra de la oscuridad", denominación interpretadas como las estepas del norte. También añadió:

China no fue protegida de ella, ni la fortaleza más fuerte podría obstaculizarla. La plaga afectó a los indios en la India. Pesaba sobre el Sindh. Lo tomó con su mano y atrapó incluso a la tierra de los uzbecos. ¡Cuántas espaldas ha roto en lo que es Transoxiana!

De nuevo, sugiere el origen oriental, pero como con Gabriel de Mussis, nada sugiere que no sea una fantasía orientalista, interpretando el lejano oriente como un lugar prácticamente mítico.

Al-Maqrizi escribió que la plaga llegó a Oriente Medio por Tabriz en Persia donde "más de tres mil tribus perecieron sin razón aparente en sus campamentos de verano e invierno". Se desconoce su fuente y lo escribió un siglo después de la pandemia.

El censo chino de 1200, que contaba "puertas" (hogares) en vez de "bocas", estimaba una población de 120 millones, mientras el censo de 1393 había bajado a 65 millones. Este descenso podría explicarse por la peste, pero el censo del Kublai Khan en 1290 contó 13,9 millones de hogares, estimando unas 59 millones de personas. Eso sugeriría que la mayor parte de la población murió en el siglo XIII, pudiendo asociarse parcialmente con la conquista mongola.

El importante historiador médico J.F.C. Hecker fue uno de los primeros historiadores modernos sobre la peste negra, escribiendo en la década de 1830. En su descripción hablaba de "una pestilencia universal, que se extendía de China a Islandia y Groenlandia", que se convirtió en el punto de partida de otros escritores, aunque se acepte actualmente que no llegara ni a Islandia ni a Groenlandia.

Otros argumento a favor del origen asiático de la peste negra viene de lápidas en dos cementerios nestorianos en el norte del lago Issyk-Kul, una escala en la ruta de la seda en la actual Kirguistán, a unos cientos de kilómetros de la frontera occidental de China y excavada por arqueólogos rusos a mediados de la década de 1880. Daniel Chwolson, el arqueólogo que lideraba la excavación, notó que de los 650 nombres de las lápidas de entre 1186 a 1349, 106 habían muerto en el periodo de 1338 a 1339. En el 10% se especificaba que por "pestilencia". Una inscripción decía:

En el año mil seis cientos y cincuenta [1339 d.C.], el año de la liebre. Esta es la tumba de Kutluk. Murió de pestilencia con su esposa Mangu-Kelka.

Sería una prueba a favor del lento viaje desde China de la peste negra si tuviéramos la certeza sobre lo que se refiere con "pestilencia". Aún siendo la peste negra, sería el único brote en las estepas anterior a la plaga en Crimea.

¿Qué pruebas, o falta de ellas, hay en contra del origen chino?

La peste negra, el mal que probablemente no vino de China

Los historiadores chinos mantenían registros de las principales plagas desde la dinastía Tang (618-907), incorporándose a los registros imperiales junto con las inundaciones, sequías, fenómenos astronómicos y otros sucesos que pudieran interpretarse como prodigios o juicios celestiales sobre el emperador y la administración imperial. Incluso con estos datos, hay una división entre los que consideran que hay pruebas claras de los estragos de la peste negra en China y los que defienden lo contrario.

Sí hay consenso en que no hay pruebas concluyentes en los archivos chinos sobre una epidemia de peste bubónica antes de 1640. No obstante, sí existen otras epidemias asociadas a la peste negra:

  • En 1331-1334, Hebei, en el noreste de China, una epidemia de pestilencia mató al 90% de la población de la provincia. Un resumen de pandemias históricas del siglo XIX del Servicio Marítimo Imperial de Aduanas sitúa la mortalidad en 13 millones de personas.
  • En 1344 hubo una "gran pestilencia" en las provincias costeras de Fujian y Shandong.
  • En 1351-1352 hubo un aparente ciclo pandémico en varias provincias del norte y mató supuestamente a dos tercios de la población de Shanxi y Hubei.
  • En 1356 y 1362 hubo pestilencias adicionales en el centro y norte de China.

Por una parte, no se puede descartar que fuera la peste negra. Esta se movía lentamente de un lado a otro y podía resurgir en zonas ya devastadas. Si asumimos que la pandemia de Hebei fue el primer brote, tuvo 15 años para llegar a Europa al mismo ritmo al que se desplazó en este continente. Si los datos de la mortalidad son precisos, reflejan una gran virulencia compatible con la peste negra.

Sin embargo, como ocurría con las lápidas nestorianas, "pestilencia" puede significar cualquier cosa si no se describen los síntomas, como es el caso. Esto podría indicar que eran patógenos conocidos con síntomas típicos que no merecía la pena registrar. Durante esta época, China era vulnerable a los brotes de viruela, tifus, disentería y la gripe.

La peste negra, el mal que probablemente no vino de China


En el contexto europeo, se pueden encontrar registros en la antigua Grecia de lo que es indudablemente la peste. En el 652 d.C., el médico chino Sun Simiao describió en Prescripciones para emergencias que valen mil oros ( Beiji Qianjin Yaofang)a la peste con el término "bubón maligno", con una descripción similar a la dada por Chao Yuan-Fang ( Zhu Bing Yuan Hou Zong Lun 诸病源候论, Tratado sobre las causas y síntomas de varias enfermedades, 610 d.C.). Incluye que la plaga era común en Lingnan (actual provincia de Guangdon) y rara vez en provincias interiores. No vuelve a ser mencionada hasta 1642 en Tratado de epidemias febriles ( Wen Yi Lun 温疫论) de Wu You-Ke.

¿Debemos asumir que durante todos esos siglos convivieron y registraron pandemias de la peste sin anotar los síntomas? Especialmente durante el periodo de las décadas de 1330 y 1340, cuando la literatura floreció bajo el mandato del emperador Toghon Temür y se completaron las historias oficiales de las dinastías Liao, Jin y Song.

Por último, está la India, con el sultanato de Delhi dominando el norte del subcontinente, con conexiones con Transoxiana, donde se había originado la dinastía Tughlaq gobernante, y conexiones diplomáticas y comerciales por el océano Índico y conexiones de Gujarat con el mar Rojo. También tuvo lugar el comercio, sobre todo en esclavos, con el ilkanato y la Horda Dorada. Por tanto, habrían sido susceptibles a un brote de la peste negra.

Ziauddin Barani describe una epidemia de cólera que asoló el sultanato en 1334/1335, pero no habla de ninguna pestilencia que pueda recordar a la peste negra. Shams Sirāj ʻAfīf, que describió el reinado de Firuz Shah de 1357 a 1388, tampoco menciona ninguna plaga importante, sino un periodo de prosperidad, paz y aumento de la población. Tampoco se conoce ninguna prueba de ADN que confirme la presencia de la plaga en los cementerios indios contemporáneos, aceptándose que no hubo un brote hasta 1619 en Agra.

La razón por la que no pudo penetrar la India puede deberse a la Xenopsylla cheopsis, una pulga de rata nativa de Egipto. A diferencia de otras especies de pulgas que digieren al bacilo Yersinia pestis cuando muerden a una rata, la X. cheopsis es incapaz de procesarlo, bloqueando la parte superior de su estómago y siendo regurgitado en el flujo sanguíneo del próximo animal que muerda. Las primeras víctimas recibían las mayores dosis del bacilo. Aunque X. cheopsis no fue la responsable de la extensión de la plaga por Europa, se cree que las primeras fases de transmisión fueron obras de las pulgas de rata egipcias y que el mayor daño lo causó la pulga común ( Pulex irritans).


R. Devignat identificó en 1951 tres cepas de Yersinia pestis: Y. pestis antiqua, Y. pestis medievalis y Y. pestis orientalis. Estas fueron responsables de las tres pandemias. Y. pestis medievalis era la responsable de la peste negra y tenía un origen asiático, aunque especulaba que su reservorio estaría originalmente en el Kurdistán o sur de Rusia. Las diferencias entre las cepas fallaba a favor de las costas del mar Caspio o las estepas al norte, donde se encontraba la Horda Dorada.

Conclusión

En resumen, para asumir el origen chino de la peste negra, debemos basarnos en testimonios que difícilmente pudieron obtener información fiable sobre regiones lejanas, textos que no permiten determinar la enfermedad en cuestión e hipótesis que postulan conexiones sin pruebas que las respalden. Todo sin que ningún cronista en miles de kilómetros se percatase y dejase un testimonio que pudiese conservarse.

Es más aceptable pensar que, probablemente, la ausencia de testimonios indique que la enfermedad no realizó tal viaje, restringiéndose a Europa y Oriente Medio.

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