En mayor o menor medida ya sabemos para qué se pide una autopsia y cómo se hace.
Ahora bien, ¿cómo se solicita?
Al igual que cualquier otra prueba diagnóstica o intervención médica, una autopsia clínica sólo la puede solicitar un médico. No se hacen autopsias a petición de los familiares. Si los familiares tienen interés en que se realice deben mencionárselo al médico del paciente para que él la solicite.
Normalmente no hay inconveniente. Nuestra autopsia no revela maleficencias y es poco adecuada para detectar negligencias. Y, en contra de lo que se suele pensar, si yo como médico he puesto todo mi empeño en tratar una afección y el resultado no ha sido bueno, también me gustaría saber qué ha ido mal para tenerlo presente la próxima vez…
Pero, poniéndonos en lo peor, si usted es un familiar con mucho interés y el clínico se niega rotundamente, por favor, no lleguen al enfrentamiento violento: siempre se puede pedir la autopsia por la vía legal.
Independientemente de que sólo la pueda solicitar el médico, es imprescindible que la autopsia esté autorizada por un familiar. Cuanto más cercano mejor, para evitar posteriores discusiones familiares.
La sobrina, muy aficionada a House, autoriza la autopsia. En éstas llega su otro tío (de ella) de Barcelona y pregunta que por qué están abriendo a su hermano, que nunca lo hubiera querido, y que además él tiene que coger el avión de vuelta y quiere estar en el entierro. Que no se hace y punto. Y yo con los guantes ya puestos…
Otro caso que viví, desde el otro lado:
— Oye, me ha llegado una historia clínica y la solicitud de autopsia para un parto prematuro, pero veo que falta la autorización de los padres.
— No, si ellos han dejado claro que no quieren que se le haga autopsia, pero creía que, ya que lo teníais ahí, con unos cortes rápidos se la hacíais y no se notaba nada.
— Esto… o_ô
Sobra decir que ni se nos pasó por la cabeza autopsiar al niño.
En caso de discusión familiar o arrepentimiento, el permiso se puede revocar en las cuatro horas siguientes a la firma del documento. En circunstancias especiales (como autopsias en fin de semana) en cualquier momento antes de que se vaya a realizar, aunque haya pasado más tiempo.
Además de solicitud y autorización, solicitamos un tercer documento, el Certificado de muerte cierta. Aunque el médico que atendió al paciente no haya firmado el Certificado de defunción, yo quiero que me diga que el paciente está ciertamente muerto y que no va a ser mi actuación la causante.
Así, si alguien se levanta de mi mesa sabré que no ha sido un error medico, sino que el holocausto zombie ha llegado…
Dejo intencionadamente para otra entrada, la sospecha: «Si a mi padre “lo han matado estos” por no ponerle tratamientos “pa lo suyo”, ¿cómo me voy a fiar de lo que digan sus amigos? Seguro que se cubren las espaldas entre ellos».