La piedra está harta. Décadas, siglos, milenios viendo cómo la humanidad tropieza con ella una y otra vez.
Tropezamos. Siempre con la misma piedra. Le hemos puesto nombres: ideología, religión, patria, mercado, orgullo, algoritmo. A veces la pintamos de colores y la llamamos bandera.

Podríamos aprender. Podríamos esquivarla. Pero preferimos tropezar con estilo, grabarlo en TikTok y culpar al suelo.
La piedra no se mueve.
Nosotros tampoco.
Ha decidido camuflarse , a ver si hay suerte…

