Revista Cultura y Ocio
Bellas imágenes ocurrentes y una escritura elegante y fluida caracterizan esta novela de Isabel Verdú Arnal. Un largo viaje desde Barcelona a París y Londres que desemboca en Irlanda, en cuyo corazón se interna la protagonista. Ella busca pistas que den algún sentido a la vida que ha llevado un familiar desaparecido, pero en el proceso de búsqueda se va enfrentando a su modo de conducir la propia existencia mientras se va desposeyendo de sí misma en un intento de renacer de sus ruinas.
La piel de Irlanda es, a la vez que una inmersión en la diversidad cultural de Irlanda, un viaje literario en el que, entre otras figuras, destacan James Joyce y Enrique Vila-Matas.
CUATRO BREVES PASAJES DE LA NOVELA:
Que todo esto se detenga, ojalá no sea sino una novela, me decía a menudo, corazón al galope. Pero el caos invadía la trama, los personajes carecían de una jerarquía clara, y todo parecía agitado, difícil, oscuro.
Pero hay otra manera de estar de paso, y es la del funambulista en el vacío; la de quien sigue una línea pero sin haber decidido hacia dónde; la de quien adelgaza su persona a medida que avanza, como si estuviera a punto de desaparecer.
Cierto, aunque nada tenga sentido habrá que tratar de ahondar en el sinsentido hasta el final.
El arte es magia liberada de la mentira de ser verdad. No quiero estudiar arte. Quiero que mi vida se convierta en arte.
(La piel de Irlanda, Isabel Verdú Arnal. Editorial Verbum. Madrid, 2018.)