La piel doradaCarla MonteroPlaza y Janés400 páginas
Sinopsis:
En la Viena de principios del siglo XX tienen lugar brutales crímenes en las personas de varias modelos de pintores. El primer sospechoso es un noble llamado Hugo von Ebenthal, pero queda libre por intervención del policía Karl, amigo íntimo suyo. Nuevas víctimas en el entorno de la misteriosa modelo Inés hacen sospechar a Karl que podría ser la asesina.
Comentario:
En su tercera novela, Carla Montero opta por una trama que podría calificarse de misterio o policial, pero que no resulta tan esquemática como otras de este género, sino que, sin sobrecargar tampoco demasiado, introduce otros elementos, como una historia de amor, o el propio retrato de la Viena de la época incidiendo en su calidad de foco artístico de primera magnitud (que casi rivaliza con París, cuyos artistas también se citan).
La ambientación está muy lograda, tanto en lo relacionado con el arte como en lo tocante a los diferentes ambientes de la ciudad, sórdidos o aristocráticos. Las descripciones, sin ser largas ni pesadas, evocan visualmente las localizaciones y situaciones. A este respecto, la obra me parece más cercana a su primer libro "Una dama en juego", en su recreación de ese mundo Belle-Epoque centro-europeo, con detalles y nombres muy concretos, que a su segunda novela "La Tabla Esmeralda", más cercana al bestseller puro y duro.
Con "La Piel Dorada" se alcanza el equilibrio entre lo comercial, con una trama de intriga que parece bastante bien trazada y pensada, y la realización de una obra literaria digna y bien escrita. Quizás al inicio no se centra mucho en la investigación de los crímenes, que quedan casi en un segundo plano, pero según se avanza en la obra, esta coge velocidad.
Hábilmente, la autora hace que la carga de la sospecha se reparta casi en todos los personajes principales, haciendo que estén todos presenten en escenas clave o dando pistas que luego no conducen a la resolución, pero sin engañar. Aunque esto no sea decir mucho, no adiviné el asesino. Y aunque su móvil no me termine de convencer, es obvio que Carla Montero ha cumplido con las normas de la novela negra de atar los cabos con las explicaciones finales de forma que se logra una resolución satisfactoria.
Los personajes son distinguibles unos de otros y casi todos están bien trazados. Quizás uno de los más etéreos sea el inspector Karl, que pensaba sería el protagonista. Sin embargo, me resultó un poco desconcertante que Hugo, el sospechoso, tuviera tanta relevancia, y que, en algunos tramos, pareciera él el personaje principal. Su historia y la de Karl se van alternando, mezclándose, de un modo quizás no muy justificado, la primera persona con la tercera. Lo que menos me ha gustado han sido los insertos en primera persona donde el asesino, en un tono delirante, cuenta cómo mata y da informaciones que, más adelante vuelve a reiterar al ser revelado el misterio, con lo cual parecen meras escenas efectistas sin función.
Otra cosa que me confundió un poco fueron las acotaciones temporales al inicio de cada capítulo. Las partes protagonizadas por Hugo parecen ir fechadas con un mes y un año, mientras que las de Karl empiezan siempre con un "varios meses después" y no sabes muy bien si es varios meses después de los acontecimientos que vive Hugo, después del anterior capítulo o si ambos personajes se mueven en las mismas fechas. Eso no me ha quedado nada claro, ya que si lo tomamos literalmente, pasan meses en la investigación, con lo cual no resulta muy creíble (que por ejemplo, tarden tanto en comprobar de dónde salió el cianuro, en interrogar testigos, etc).
La prosa es sencilla pero no simple. En algunas partes hasta recupera los barroquismos de "Una dama en juego". En cuanto al tono, es bastante moderado, salvo con la historia de amor, donde vemos alguna salida un tanto melodramática, pero mucho más contenida que otra veces. Los diálogos ingeniosos entre Hugo e Inés también recuerdan a los de "Una dama en juego". La obra se lee muy fácil, ya que la prosa es limpia y ágil, la estructura está bien montada y el final convence en cuanto a la resolución del caso y de la trama amorosa.
A destacar el alegato de la autora, puesto en boca de la modelo Inés, sobre el papel de la mujer. En la obra hay una crítica nada sutil hacia la opresión de las mujeres a lo largo de la historia e incluso hoy en día, al incidir en que solo se les da valor por su belleza o su desnudo, quedando los méritos digamos más intelectuales o artísticos en manos masculinas. La autora relaciona la explotación de la imagen femenina con la prostitución, la cual usa como metáfora.
En resumen, una novela comercial digna, entretenida, modélicamente ambientada y documentada, con un asesino que no se revelará hasta las últimas páginas, pero que, más allá de su carácter de aspirante a bestseller contiene una crítica y un cierto mensaje para que los lectores piensen un poquito.
Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.