Revista Filosofía
-Le quiero ¿sabes?, de veras, cuidaré de él, estará a salvo conmigo. ¡Pobre Seth!, todo resulta muy horrible ¿verdad?, la pesadilla de la infancia, y cada vez es peor. Algún día te despertarás y habrá pasado. Tu bonita piel se arrugará y se resecará, perderás el pelo, la vista, la memoria, la sangre se te espesará, los dientes se te volverán amarillentos, empezarás a oler mal y a tirarte pedos, todos tus amigos habrán muerto, sucumbirás a la artritis, a los achaques, a la demencia senil, te mearás, te cagarás, babearás... reza para que cuando todo eso ocurra tengas a alguien que te quiera, porque si eres amado todavía serás joven. ¡Oh!, la inocencia puede ser un infierno.