La Pilla de Almagro quiere ser una opción desenfadada en una zona tan señorial y quizá encorsetada como son los alrededores de la calle Almagro, Zurbano o Zurbarán. Sin dejar de ser chic y cuidado, su ambiente y su decoración llaman más a gente joven, que trabaja o sale por la zona y busca un sitio divertido y casual para comer en grupo. Y sorprende, sin duda, por sus cortes de carne y su cocina mediterránea personalizada, perfecta para compartir.
Cuatro socios, cuatro perfiles que se conocieron de la mano de la pilla, Lucía de Diego. Ella presentó al escocés Andy Bryson, el chef ejecutivo; al español y vietnamita Christofer Nguyen, manager y Nacho Alcober, la pareja de Lucía y originario de Chile y España. Los dos primeros tenían experiencia en hoteles de cinco estrellas y mucha formación internacional pero tenían ganas de empezar algo propio. Los cuatro juntos explotaron un concepto idóneo para el local que encontraron.
Recetas españolas de siempre, revisadas con aire internacional de la mano de Andy Bryson en una amplia y desenfadada carta de temporada, que permite medias raciones o completas, ideales para compartir a cualquier hora del día. Destacan sus patata ratté con salsa brava casera; las berenjenas fritas con miel y salmorejo; el Huevo escocés a base de huevo de codorniz envuelto en carne picada, morcilla y frito en pan (muy sorprendentes), las almejas a la parrilla con sofrito de ajo, cebolla y chile o los mejillones al estilo belga, cocidos en salsa de vino blanco con patatas fritas (deliciosos).
Pero si hay una cosa que me sorprendió cuando conocí La Pilla fueron las carnes. Nunca me había plantado delante de un T-Bone o un Tomahawk, cortes enormes y sabrosos cocinadas a las brasas. Necesitas un grupo para acabar con esto pero lo disfrutarás hasta el hueso.
Si no tienes aforo para optar por estas grandiosidades, puedes quedarte con las más modestas pero exquisitas hamburguesas como la burger al whisky con queso Gruyere, champiñones y salsa barbacoa al whisky; la burger de cordero asado 24 horas con salsa tzatziki y tomate agridulce o la burger de confit de pato con foie a la plancha y cebolla caramelizada. Entre ellas se cuela una de pescado, el llamativo Boston lobster & crab roll, a base de bogavante y cangrejo, mayonesa de especias y hierbas. También puedes optar por tartares y ceviches, si lo tuyo es el pescado.
Y, para terminar con dulce, el bread and butter pudding con crema de vainilla o las tartas caseras Red Velvet, Muerte por Chocolate o de zanahoria serán una buena opción. Todas estas delicias dan paso, a base de sofisticados cócteles y combinados, a una animada sobremesa hasta el inicio de la madrugada.
La decoración es cálida, depurada, gracias a la mano de Lucía y Cristofer. Distribuida en dos plantas, se basa en un estilo industrial pero chic, con coloridas tapicerías y lámparas sombrero en la planta baja y sofás corridos con tela de saco, luminosos y madera en la planta calle. Perfectas para acomodarse en un afterwork en el que podrás acompañar tu coctel con un rico plato, sin prisa por marchar.
Los datos. La Pilla de Almagro. Calle Almagro 3. 910 819 538. Horarios: Lunes a jueves (10h00 a 02h00), viernes (10h00 a 02h30), sábado (12h30 a 02h30), domingo (12h30 a 17h00). Precio medio: 23 €. Menú del día a 12,9€ o medio menú, 9€. Menú Meat Lovers 32€.
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