Revista Opinión

La pinza contra el 15M

Publicado el 17 junio 2011 por Jangas

Hay quienes nos encanta que se descubra el funcionamiento de los medios de comunicación, aprovecho que estoy leyendo Desinformación, Cómo los medios ocultan el mundo, el libro de Pascual Serrano que retrata determinadas formas de ver la realidad y lo que llevan ocultas, para recomendarlo porque nos interpela mucho sobre qué opiniones tenemos formadas en nuestra cabeza, de qué manera consiguen introyectarnos una serie de información interesada y es importante reflexionar sobre ellos.

Confieso que después de ver las imágenes de la “violencia” en las afueras del Parlament de Catalunya pensé: así no, el movimiento #15M se ha equivocado. Aunque posteriormente estuve pensando en las manipulaciones constantes que se hacen de todos aquellos movimientos y manifestaciones que son incómodos para el poder económico(otra cosa que el poder político sea correa de transmisión pero quien manda manda). También hice algo que hacemos habitualmente mucha gente, recurrir a Internet para saber cuál era la verdad de lo que había sucedido allí.

Recuerdo haber estado en las manifestaciones contra el trasvase del Ebro en las que el telediario trataba de forma muy leve la realidad de la manifestación multitudinaria que reclamaba otra forma de distribución del agua y un modelo urbanístico menos agresivo contra el medio ambiente. Recuerdo también haber hablado con gente de Izquierda Unida sobre el Foro de Porto Alegre y los distintos Foros Alternativos que salieron de él que el perfil que se daba a esas manifestaciones era violento para desacreditar protestas que estaban mucho más cerca de la ciudadanía que algunas Instituciones, también recuerdo que había gente de organizaciones muy distintas que nada tienen de violentas como Cáritas, la vía Campesinas, sindicatos, … Recuerdo las movilizaciones contra la Guerra de Irak que fueron una eclosión de movilización social, que permitió que la gente fuera consciente del poder qué tenemos como ciudadanos y ciudadanas para cambiar las decisiones que las Instituciones toman. También estas movilizaciones fueron manipuladas por los medios de comunicación, se me ocurren muchos más ejemplos que recuerdo, cada movilización a la que acudo podría tener un perfil de esta guisa, con mayor o menor grado según la simpatía del medio por la reivindicación que se proponga.

La violencia desacredita estas movilizaciones, por eso el poder está tan interesado en que parezcan violentas. Se generaliza por una acción aislada, condenada rotundamente por el movimiento Democracia Real Ya, como si fuera algo generalizado, cuando no ocurre lo mismo con otros espéctaculos como el fútbol, nadie se plantea prohibirlo, ni prohibir las “celebraciones” aunque haya una minoría que sea violenta.

Como están interesados en que parezca que la protesta es contra toda la clase política y que los políticos y políticas de Izquierda Unida no tenemos que participar en este movimiento. Cuando la mayoría de las reivindicaciones que se hacen forman parte de nuestro ideario político, de nuestro código genético, por qué se ve mal, por parte de algunos y algunas, que participemos en movilizaciones sociales. La reivindicación lógica sería que todos los militantes de partidos políticos(y los cargos públicos) estuvieran en las Asambleas y pudieran enterarse de cuáles son las reivindicaciones del pueblo y cuáles son las decisiones que tienen que tomar en función de éstas. Queremos una protesta que tenga repercusión en las Instituciones, ejercitar el poder que se nos ha dado como ciudadanos y ciudadanas libres, no solo una vez cada cuatro años sino, de una manera más continuada o queremos un chiringuito donde protestar y poner verdes a los políticos y a las políticas sin repercutir en la sociedad en la que vivimos. Una cosa es criticar la política y otra proponer una política distinta.

Para algunas da igual lo que hagan los políticos porque la crítica es un fin en sí y el movimiento #15M así se puede convertir en un chiringuito donde nos bailemos el agua unos a otros. Yo considero que la crítica tiene que ser el medio por el que se llegue a un fin, que será una sociedad con mayor justicia social y mi propuesta es que esta se haga por medio del movimiento político y social al que represento, cada uno tendrá sus medios pero ¿tan difícil es ponernos de acuerdo en el fin? Podemos conseguir unas instituciones que representen a la ciudadanía más allá de la democracia partidista que tenemos instaurada. ¿Seremos capaces de evolucionar hacia lo propositivo aunque sea en unos mínimos?


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