Llevamos lo que va de semana liadísimos con la gran afrenta de los pitos, a pesar de que aquello era la crónica
de una pitada anunciada, como si no estuviésemos ya curtidos en eso de los pitidos, vuvuzelas y escándalos varios y no sólo en el futbol, este fin de semana pasado vimos más ejemplos. Resulta que este domingo por la tarde, cuando Don Mariano se sentó cara la tele para ver a Contador levantar el trofeo del Giro (comparto a
fición con el señor de la barba aunque uno no tiene el “estilo” que lució en campaña electoral el presidente) debió horrorizarse al oir de fondo pitidos y ver como el Alavés Mikel Landa, tercer clasificado al que no han hecho caso en los informativos, ni siquiera se quitó la gorra al oir la Marcha Real.
De repente nuestro Gobierno, que cuando estaba en la oposición decía que pitaban porque “ ZP era muuuu 
Acepto aquello de la cosa nacionalista, por supuesto, pero permitidme que no entre en el tema, simplemente porque me parece un jardín que, si quereis, podemos tratar otro día y porque ya existía de antes, de mucho antes, de este fín de semana y callaban. Aunque es verdad que eso de que los pitidos llegasen a los 119 Db es nuevo (menuda escandalera).
No se yo si habrán pensado en Moncloa que igual el acrecentamiento del volúmen del pitido tendrá algo que ver con el descontento de magnitudes siderales que tenemos con un gobierno trufadito de presuntos forajidos que sólo es capaz de recurrir a la prohibición y el palo al que se queja como único argumento. Oye, yo lanzo la idea.
Si quereis podemos aceptar la mala educación de los silbantes, ya sea porque “quede mal” eso de silbar un “símbolo del Estado” (si lo dicen los ministros y el Real Decreto 1560/97, pues así será, no lo discuto) o 

A mí, personalmente, el fervor sobrevenido de este gobierno que lleva comportándose como verdadero hooligan me hace pensar otras cosas. Llamadme malpensado pero llevamos
toda la santa semana con los dichosos pitidos y no nos cuentan nada del desatre electoral que han padecido y que llevan con aquello de “aquí no ha pasado nada” aunque se están cayendo a trocitos. No hablan de la vergonzosa e infamante detención del Delegado del Gobierno en Valencia, no solo ni se menta sino que impiden la comparececencia en el congreso de la verdadera responsable que, en vez de dar explicaciones, debería irse a su casa 

