Gastronomika, la feria gastronómica de San Sebastián, en la edición de este año, tiene como invitada a la comida italiana. En este congreso culinario, podremos disfrutar de los sabores, aromas y texturas de los platos más representativos de la gastronomía de Italia.
Y entre todos sus platos, si debemos destacar a uno, sin lugar a dudas sería la pizza. Para algunos es considerada simplemente como un tipo de “fast food” que cuando no tenemos muy claro que podemos comer, nos hacemos una pizza rápidamente en el horno o microondas, o la pedimos por encargo en alguna de las muchas cadenas que existen en este sector, y ya está solucionada la comida.
Y para otros muchos, la pizza, la verdadera pizza, como todo en la vida tiene su arte, su historia y sus trucos y maneras para poderla realizar de la forma correcta. Aún así, es muy complicado poder ver restaurantes que tengan alguna estrella Michelin, que en sus menús venga la pizza.
Aunque nos pese para la gran mayoría de las personas, la pizza es un alimento demasiado generalizado en todo el mundo, al igual que la hamburguesa, y esto hace, que se la considere malamente como un plato gastronómico de segundo o de tercer orden en la escala de exquisitez o calidad.
Pero personalmente no estoy de acuerdo con ello. Los que hemos podido disfrutar de una pizza hecha al estilo real Italiano, donde la clave por supuesto recae en su masa, podemos afirmar, que puede estar a la altura de platos que puedan degustarse en grandes restaurantes de prestigio internacional.
Una buena masa, con unos ingredientes suculentos y atractivos, con una presentación diferente, es más que suficiente como para considerarlo como un plato de alta cocina, que tendría un gran éxito.El otro día vi por la televisión en un programa relacionado con la gastronomía, en el cual iban diciendo diferentes comidas que existen en la ciudad de Nueva York, y existía un hotel donde daban un almuerzo con una tortilla de patata con un valor de 1.ooo euros.
Los ingredientes de dicha tortilla eran los de siempre, huevos, patatas y cebolla, y se adornaban con otros más prohibitivos para los bolsillos como el caviar o la langosta. Púes con la pizza, puede ocurrir algo parecido, pero sin llegar ni mucho menos a que tengan el precio tan desorbitado al de ese hotel, y así de esta forma, que la mayoría de las personas pudieran seguir disfrutando de la pizza en su versión más elitista.
Lo mejor de todo esto, es que para los que nos gusta tanto la pizza, no necesitamos que tenga nada especial, con cebolla, tomate, jamón y queso, nos vale, y si a eso se le puede añadir algún ingrediente más, pues bienvenido sea.
Jmg (fuente imagen, metrocuadrado.com) EL ANALISIS DE LA NOTICIA DE AYER http://www.analisisdelasnoticias.blogspot.com.es/