Si algo bueno tiene la editorial Valdemar y su colección “Gótica” además de sus impecable formato, es que desde hace un tiempo nos están ofreciendo la oportunidad de conocer mediante sus publicaciones, lo más representativo de diversos géneros. Me refiero a las recopilaciones de relatos cortos que están sacando como por ejemplo la que ya comentamos por aquí, “Los hombres topo quieren tus ojos”, la que hoy nos ocupa “La plaga de los zombies” o de la que ya hablaré en unos días “13 para el diablo”. No son las únicas antologías de relatos que han publicado, pero son las que he tenido la oportunidad de leer.
Como siempre, una de las cosas más interesante de estos volúmenes es su prólogo, donde se nos hace una introducción histórica al género en cuestión, así como a la forma con la que ha ido desarrollándose a lo largo de los años. En este caso, en nuestro amado mundillo zombie, el prólogo se centra en sus principios ligados al vudú y a la magia negra, que igual no hacían que la gente corriera tras de ti para comerte los sesos, pero si podían conseguir que personas se comportaran como auténticos muertos vivientes ya fuera para maratonianas jornadas de trabajo en el campo, como para labores domésticas (aquí inevitablemente me vino a la cabeza la gran Fido).
El libro consta de varias secciones, que hacen un recorrido histórico por el mundo de los zombies desde su origen hasta nuestros días, siendo para mí la más interesantes la última, la de los zombies más actuales, y sobre todo uno de los relatos llamado “Dios salve a la reina” donde la familia real británica se empeña en casar a su heredero pese a que en el país sólo permanezcan ellos con vida y el resto de la población sean zombies. Genial la parte en la que la caravana real escoltada por decenas de soldados intenta llegar desde el Palacio de Buckinham hasta Westminster que es donde se lleva a cabo la ceremonia nupcial, abriéndose paso entre miles de muertos vivientes.
Una lectura muy recomendable para conocer un poquito más a nuestros amiguitos los caminantes